Es puntual. Llueva o truene, Chava, no se pierde una clase; siempre con los libros bajo el brazo, una peculiaridad que no pasó desapercibida por sus compañeros, quienes hicieron la ‘vaquita’ para comprarle una mochila.

La colocaron donde suele sentarse para darle la sorpresa… Y vaya que tomó por sorpresa a Chava, que el día que entró al salón y vio la mochila con un mensaje, se sentó en otro lugar, mientras sus compañeros lo observaban.

¿Qué pasa Chava? ¿Leíste lo que dice en la hoja?”, preguntaron al joven de 19 años que no entendía qué estaba pasando.

De parte de tus compañeros de la sección 18, te regalamos esta mochila, esperamos sea de tu agrado”, se podía leer en la hoja de cuaderno.

A Chava se le hizo un nudo en la garganta y las lágrimas surgieron… “No llores, Chava”, con un abrazo lo arroparon sus compañeras.

La edición Verne de El País fue más allá, contactó a Zahorí Pineda, artífice del obsequio al estudiante de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, aquel 19 de septiembre.

Notamos que no llevaba una incluso cuando llovía o cuando salíamos muy noche de clase”, expuso.

Chava es originario de El Coire, una comunidad de 385 habitantes; es el primero de seis hermanos en cursar estudios de licenciatura. “Aunque haga falta dinero, yo decidí hacer el esfuerzo de seguir estudiando”, señaló en entrevista para la edición española.

Para mantenerse, Chava trabaja como mesero, con lo que saca apenas y puede cubrir los gastos de vivienda y aunque su familia le envía lo que puede, una mochila era un lujo que no estaba en sus planes.
Sentí mucho gusto, cuando dijeron que me la regalaban de todo corazón”, concluyó.