-Islam, Judaísmo, Catolicismo, Bahai, Budismo, Ortodoxia rusa coincidieron en colaborar en esa dirección.
-Un encuentro “inédito”, que abre el camino a replicarlo en otras partes del mundo en foros cercanos a los pueblos y a la gente.
La pequeña iglesia del barrio de Santa María recibió a seis ministros religiosos dispuestos a intercambiar ideas, entre abrazos de cordialidad y comprensión se diluyó el concepto popular de enemistad entre Islám y Judaísmo, las diferencias entre ortodoxia y catolicismo, la intención Bahai de fusionar las épocas y creencias cristianas, así como la aclaración del budismo no ser una religión sino una forma de filosofía de vida no teísta.
El momento más emotivo, fue “cuando entraron los padrecitos -dijo una señora con la voz entrecortada- casi me pongo a chillar de la emoción”. Ataviados con su indumentaria religiosa tradicional, en una corta y solemne procesión con la marcha: pompa y circunstancia de Edgar Elgar como fondo musical, atravesaron los religiosos pausadamente la iglesia hasta el altar.
La presentación, el protocolo, los aplausos y la primera pregunta del conductor Juan Pablo Ortiz Monasterio sobre la paz, dirigida al Archimandrita ruso Nektariy Hadshipetropulos, quien asentó que la paz no es un concepto estático si no que se trabaja día a día con la actitud de cada persona desde su interior, sobre todo cuando un gobierno falla en garantizarla, “hay cerrar los ojos y los oídos a la violencia exterior”
Sobre el tema el Rabino Saúl Borowski apuntó que luchar por la justicia social es luchar por la paz donde las personas deben participar, pero con la intervención de “Dios”.
El saludo, la sonrisa, este momento y lugar donde nos encontramos reunidos son manifestaciones de paz, el habernos unido para comentar sobre el asunto es un acto de paz, abundó el obispo de la diócesis de Texcoco Juan Manuel Mancilla Sánchez, la cual es más necesaria en este tiempo que vivimos, en medio de las descalificaciones de unos a otros.
Para el Sheik musulmán Seyed Hamed, la paz debe ser un equilibrio entre la paz interior y el exterior para ejercerse con ética y de manera gradual, desde lo personal, los estados y los países que deben garantizar la convivencia entre naciones, en el marco de una convivencia sana y pacífica.
A su vez aclaró el Dharmachari Manjubodhy trs aclarar que el budismo no es una religión si no una actitud de vida que se debe ejercer, externó que la paz expresión básica del amor, aún con quienes ejercen el mal: “incluso con los demonios” a quienes se les desea igual que a la gente buena que estén bien para que dejen de hacer el mal.
Para finalizar el Dr. Cesar Camacho, representante de la autodenominada iglesia Bahai, dijo que su agrupación se considera monoteísta basada en los preceptos de las diferentes culturas y épocas cristianas, por lo tanto, en la Biblia así como en las lecciones de “Moisés, Abraham, Jesucristo y el profeta mohamed”; para los Bajahistas hay una paz “menor” que es la cotidiana e interpersonal, en tanto que la paz mayor trasciende a la sociedad a la relación entre gobiernos que tienen como parte de su función en deben ejercerla.
Todos coincidieron en la necesidad de unir esfuerzos desde sus iglesias para contribuir a ese objetivo.
Los destacado respecto a la tolerancia es que el concepto en sí es u n término engañoso, según el Rabino, pues ello significa que se tolera lo que no se quiere, lo que no se le reconoce con valor, en oposición, propone el concepto de aceptación, que significa que aún con defectos y virtudes las personas y las cosas deben aceptarse como son.
Respecto al “destino de la humanidad” los religiosos coincidieron en que desde sus propias comunidades religiosas debe impulsar la unidad en objetivos comunes, así como fomentar esta clase de encuentros “que probablemente en otros lugares del mundo ni siquiera se discutan”, enfatizó Hadshipetropoulus.
Al evento asistieron como invitados especiales el embajador de Pakistan Tasahuar Khan, el embajador en retiro Luis Ortíz Monasterio, la representante del embajador de la república islámica de Irán Dra. Tahere así como presidentes de las corresponsalías del Seminario de Cultura Mexicana de Cuernavaca, Tlaxcala, Coacalco y organizaciones culturales regionales.
La asistencia de dos centenares de personas sorprendió a propios y extraños, pues a los eventos culturales no asisten por lo general ni siquiera autoridades locales, subrayaron organizadores, que también destacaron la labor de los mayordomos de la iglesia local así como de los delegados de San Miguel y Santa María que generosamente aportaron lonas, sillas y agua.
Agradecieron también a los administradores de la línea de autobuses México Teotihuacan, que prestaron su terminal para resguardar los vehículos de diplomáticos y ministros, asimismo a la policía municipal que estuvo pendiente de la seguridad de los visitantes.
Como acto de paz y solidaridad interreligiosa se sembró un olivo al que cada religioso de depositó una palada de tierra. Finalmente, se les cuestionó a los organizadores el no haber tomado como sede de tan destacado evento la parroquia de San miguel, la respuesta fue tajante. El padre no la prestó.