El próximo 17 de diciembre se llevará a cabo el apagón analógico de la televisión en el Distrito Federal. A diferencia de otros “apagones”, lo que ocurrirá en la capital del país tiene relevancia histórica porque fue en este lugar donde inició y se expandió la televisión en México, donde se ha concentrado la producción televisiva nacional, así como las inversiones publicitarias destinadas a este medio de comunicación.
¿Qué tanto ha cambiado y cambiará la oferta televisiva en la Ciudad de México con esta transición tecnológica?
Algunos datos significativos.
La televisión analógica nació en los años cincuenta con tres empresarios que competían con igual número de canales en la capital: el 4 de Rómulo O’Farrill (1950), el 2 de Emilio Azcárraga (1951) y el 5 de Guillermo González Camarena (1952). Y más de 60 años después, transita a la tecnología digital con tres empresarios que dominan la televisión comercial en el D.F. y en la mayor parte del país: Emilio Azcárraga (Televisa), Ricardo Salinas (Televisión Azteca) y Olegario Vázquez (Cadena 3). Este cabalístico número tres podría cambiar el próximo año con el o los ganadores de la licitación de canales de televisión, entre los cuales uno más se ubica en esta ciudad.
En 65 años de televisión analógica la oferta televisiva casi se triplicó, al pasar de cuatro canales en los años cincuenta a 11 en el nuevo siglo.
En efecto, en los inicios de la televisión los capitalinos tuvimos acceso a cuatro canales (2, 4, 5 y 11, este último del Instituto Politécnico Nacional), en los sesenta a seis (al sumarse los canales 8, de Televisión Independiente de México, y 13, de Francisco Aguirre Jiménez), en los ochenta a ocho (con los canales 22 y 7 del Instituto Mexicano de Televisión), en los noventa a 10 (con canal 40, de Televisión del Valle de México, de Javier Moreno Valle, y canal 34 del Sistema Mexiquense de Radio y Televisión) y en el 2005 llegamos a la mayor oferta de canales analógicos (con el 28, de Raúl Aréchiga, posteriormente vendido a Olegario Vázquez Raña).
Pudieron haber sido más canales de televisión abierta en la era analógica, pero el Presidente Carlos Salinas decidió en 1993, previa petición de Televisa, concesionar los canales 46 y 52 a Cablevisión, para un sistema de televisión de paga que nunca funcionó y que derivó en una serie de conflictos legales que continúan sin resolverse. Como consecuencia de esos diferendos legales, el canal 52 le fue entregado a MVS, de Joaquín Vargas, y el 46 lo mantuvo Televisa. Sin embargo, ambos canales siguen sin ser explotados.
La llegada de la televisión digital terrestre o TDT ha ampliado mucho más la oferta de canales en la capital. De 11 canales analógicos a los que teníamos acceso los capitalinos, hoy en día es posible ver 22 señales diferentes, es decir, el doble.
Esta multiplicación de contenidos es posible porque a diferencia de lo que sucedía con la tecnología analógica se pueden utilizar todos los canales asignados al servicio de la televisión digital abierta (por ejemplo el 22, el 23, el 24 y así sucesivamente) y los canales digitalizados se pueden dividir a su vez en varias señales (multiprogramación). Es decir, antes, en la era analógica, para evitar interferencias, debía dejarse un canal libre entre dos canales en operación en la banda VHF (por ejemplo el 10, que está entre el 9 y el 11) y un total de cinco canales en la banda de UHF (por ejemplo, los canales 23, 24, 25, 26 y 27, entre los canales en operación o al aire 22 y 28). Ahora, con la TDT, hay un uso más eficiente del espectro radioeléctrico.
Además de los canales analógicos que ya transitaron a la televisión digital, en los últimos años se otorgaron en la capital tres canales más que sólo transmiten con la nueva tecnología: el canal 21 al Gobierno del Distrito Federal, el canal 30 al Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (antes OPMA) y el canal 45 al Congreso de la Unión. También TV UNAM cuenta con un canal asignado (el 20), pero no ha sido lanzado al aire.
Esto es, en el Distrito Federal operan ya 14 canales digitales y de éstos se están generando señales adicionales a través de la multiprogramación. Los canales digitales multiprogramados son el 30, que ofrece Una voz con todos (30.1), TV UNAM (en el 30.2) e Ingenio TV (en el 30.4); el 21 con Capital 21 (21.1) y el Canal de la Asamblea Legislativa (21.2); el 27 con Excélsior TV (27.1) e Imagen Radio (27.2); el 11 con Once TV (11.1) y Once Niños (11.2) y el 7 con Azteca 7 (7.1) y Azteca Noticias (7.2). Los canales 13 y 40, de Televisión Azteca, transmiten a su vez Azteca 13 en dos horarios diferidos: una hora (en el 13.2) y dos horas (en el 40.2).
Estas 22 señales que se generan en la televisión abierta del Distrito Federal no serán las únicas. Cadena 3 operará en el 2016 un nuevo canal, además del 28 (ahora 27), al ganar este año la licitación de la cadena nacional. Un canal comercial más lo pondrá al aire el ganador de la próxima licitación de frecuencias de televisión (¿regresará a la TV, ahora sí, Francisco Aguirre, de GRC?). A esta lista podrían sumarse otros canales que no han multiprogramado sus transmisiones, como los de Televisa, el 34 del Sistema Mexiquense, el 22 del Conaculta o el 45 del Canal del Congreso.
Así que en términos conservadores, en diciembre del 2016, los capitalinos podríamos acceder a unas 30 señales diferentes en televisión abierta. El salto cuantitativo de la era analógica a la era digital será muy importante, de casi el triple, pero debemos preguntarnos si esta transición también ha sido un salto cualitativo de la televisión: ¿ha aumentado la diversidad y pluralidad en la operación de los canales y en sus contenidos? ¿ha mejorado la calidad de las producciones? ¿se ha robustecido la libertad de expresión y el derecho a la información? ¿las televisoras públicas han sacado provecho de esta innovación tecnológica en beneficio de las audiencias?
Fuente : Sin Embargi