Con ayuda de autoridades carcelarias, internos del Reclusorio Neza Bordo operan una red de extorsión para conseguir dinero, drogas, armas o favores sexuales, esto según denuncias de familiares de reos.
Primero golpean a los reclusos y después amenazan a los familiares con cesar el hostigamiento hasta que accedan a ingresar en los días de visita los objetos que les solicitan. De no aceptar, las torturas suben de tono y llegan, incluso a aventarles agua hirviendo, siempre con complicidad de custodios.
Familiares denuncian extorsiones de cerca de 80 mil pesos, pero como familiares sólo consiguieron 40 mil tuvieron que ocultar en su ropa interior 100 pastillas psicotrópicas para entrar a la cárcel con ellas.
Eso no paró ahí, además de lo ya mencionado los familiares del recluso tuvieron que tener relaciones sexuales con algunos de los extorsionadores.