El gobierno de Chihuahua reveló la existencia de dos departamentos de lujo construidos en edificios públicos en Ciudad Juárez, uno de ellos en un Colegio de Bachilleres y el otro en las oficinas de la representación de gobierno.
El ubicado en las instalaciones del Colegio de Bachilleres número 19, al parecer era utilizado por funcionarios para fiestas personales, ya que en el interior encontraron botellas de licor, una sala de juegos, una pantalla y un refrigerador, entre otras cosas.
Medios locales fueron invitados a hacer un recorrido y tomar imágenes de los departamentos, que habría construido la anterior administración, para usos no muy claros.
En el departamento contiguo al Colegio de Bachilleres 19 se encontraron botellas de vino y tequila, una cama matrimonial, cocina integral, refrigerador, dos baños con regadera, dos televisores, una cama y mobiliario diverso. Cuenta con pisos de mármol, un módem, portón eléctrico de acceso privado y tres miniesplits de clima artificial.
Se calcula que en los departamentos se invirtieron unos 600 mil pesos. El vocero de gobierno del estado en Ciudad Juárez, Enrique Torres, dijo que incluso se encontraron preservativos usados.
Eduardo Limón, coordinador de los colegios de bachilleres en la zona norte, expuso ante medios, que “el departamento era prácticamente utilizado como un cuarto de hotel, donde directivos y administrativos lo usaban como nido de amor, ya que en el interior encontraron botellas de licor y condones usados”.
Otro departamento similar fue descubierto en el segundo piso de las oficinas del gobierno estatal en Ciudad Juárez, en la zona del PRONAF, en el centro comercial Pueblito Mexicano, en el centro de la frontera.
En este departamento de lujo había dos pantallas, una de 80 pulgadas, y aseguró que algunos de los muebles traían aún adherido el precio, el cual evidentemente estaba sobrevaluado.
Dentro del inventario que aún se levanta, había lámparas de 5 mil pesos, adornos de mil 350, mil 292, ocho sillas para comedor de 8 mil pesos cada una, una mesa de 40 mil, un librero de 60 mil pesos, un escritorio bastante ostentoso de 90 mil pesos, estos últimos estimados por un ebanista.
Limón añadió que hasta el momento no se ha encontrado a ningún funcionario de la anterior administración que explique el origen o uso que se le daba a estos dos departamentos.
Con información de Excelsior.