A dos años de asumir la gubernatura de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, se ha destacado por sus planteamientos polémicos, pero en los ámbitos de seguridad, obra pública y gobernabilidad tiene poco qué presumir, al grado de que su pretensión de irse como candidato presidencial independiente —señalan sus críticos— es bien vista por ciudadanos para que se retire y no regrese.
Combatir la corrupción fue una de sus principales promesas de campaña. Sin embargo, de 33 vinculados a proceso por actos corruptos, sólo un funcionario menor está preso en Topo Chico. Su antecesor en la gubernatura, Rodrigo Medina, el “pez más gordo” contra el que el gobierno estatal ha lanzado sus redes, sólo estuvo internado 19 horas, porque un juzgado de Distrito determinó que el Juez de Control violó un amparo que lo protegía contra la privación de la libertad como medida cautelar.
Sumado a esto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó este miércoles —por improcedente— una controversia constitucional que interpuso “El Bronco” contra las investigaciones de la PGR por la actuación de los ministerios públicos locales y el juez que ordenó aprehender al ex gobernador, a quien la Fiscalía Anticorrupción de Nuevo León acusó de peculado y enriquecimiento ilícito.
En cuanto a la obra pública, Rodríguez no ha podido concluir la Línea 3 del Metro, que la anterior administración dejó con un avance cercano a 80%, a pesar de que en marzo del año pasado el secretario de Infraestructura, Humberto Torres Padilla, ofreció entregarla en marzo de 2017.
La revista Hora Cero, que realiza encuestas en diversos estados del país y fue una de las primeras que ubicó como puntero a Rodríguez en 2015, reflejó a los seis meses del nuevo gobierno —abril de 2016— la decepción ciudadana, en un sondeo en el que “El Bronco” resultaba reprobado, con 5.5 puntos, y advertía que sólo 26.4% de los ciudadanos le volvería a dar su voto.
En abril pasado, en una encuesta de El Universal/Buendía&Loredo sobre las preferencias entre los presidenciales para 2018, Rodríguez Calderón tenía 5%, frente a 33% del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador; 27% de la panista Margarita Zavala; 13% del titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y 6% del jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera.
Liliana Flores Benavides, integrante del Colectivo Nosotros, consideró que a “El Bronco” lo perdió su ambición de poder, pues en lugar de gobernar se dedicó a promoverse por el país.
Ernesto Cerda Cerna, director del Instituto Ciudadano de Estudios Estratégicos (Incide), comentó que en su experiencia no había visto un caso de mayor desgaste como el que experimenta Jaime Rodríguez en apenas dos años de gestión, debido a que generó expectativas muy altas y le ha fallado a la población.
En campaña, “El Bronco” presumía que como edil de García venció a Los Zetas. Pero ya como gobernador, según cifras de la Procuraduría de Justicia estatal, ha ofrecido peores resultados que su antecesor.
En el segundo semestre de 2015 —último de Rodrigo Medina— se registraron 224 homicidios dolosos. Para el primer semestre de 2016 —el primero completo de Jaime Rodríguez— hubo 330 casos; para el segundo, 314, y el primer semestre de 2017 se contabilizaron 349, la cifra más alta de los últimos cuatro años.
Otro problema en su mandato y ligado a la seguridad, fue el autogobierno de los penales de Topo Chico, Cadereyta y Apodaca, con una serie de motines, riñas y matanzas que dejaron un saldo de 58 muertos y 95 heridos, habiéndose registrado la noche del 10-11 de febrero de 2016, en Topo chico, la peor masacre para cualquier reclusorio en la historia del país, con 49 muertos y 34 heridos.