El ninfeo estaba sucio, invadido por el moho y con problemas estructurales en los mosaicos de mármol
Gracias al financiamiento de un grupo de donadores japoneses anónimos, la pieza central de la Villa Giulia en Roma, que alguna vez fue refugio de papas, volvió a “vida”.
Conocido como un “ninfeo” (monumento construido en honor a las ninfas) , mandado a construir por el Papa Julio III entre 1550 y 1555, ahora luce mosaicos relucientes y mejoras en sus piezas de mármol que resaltan en un jardín de agua.
Esta villa la diseñó Florentine Bartolomeo Ammanati bajo la supervisión del gran Giorgio Vasari. Ahora es el Museo Nacional Etrusco.
Los trabajos de restauración de la construcción renacentista empezaron el septiembre pasado cuando el Ministerio de Cultura recibió 27 mil dólares de un grupo de japoneses.
Antes de esto, el ninfeo era gris , sucio y estaba invadido por el moho y tenía problemas de estructura y especialmente con los mosaicos. Ahora es posible apreciar a Tritón en el piso y los colores de los mosaicos, detalla el sitio Hyperallergic.