Con la certeza de que Fernando Vilchis Contreras heredó un Ecatepec lacerado por el PRI, el padre Alejandro Solalinde, advirtió durante su visita al ayuntamiento, que el actual presidente municipal recibió una “papa caliente”, en donde predominan secuestros, feminicidios y hasta una policía infiltrada.
“Este es un municipio que coincidió con una diócesis eclesiásticamente priista, bajo la encomienda de Onésimo Cepeda, una complicidad que dañó mucho a la ciudadanía ecatepense”, sentenció el prelado.
En torno al fenómeno migratorio, el padre respaldó la reapertura de la casa del migrante en Ecatepec, tema que fue bien recibido por el munícipe, quien le reviró que una vez definida la ubicación del terreno le hará la cordial invitación para que la reinauguren de manera conjunta.
Destacó la necesidad de que Vilchis Contreras haga un recuento para informar a las autoridades federales sobre el verdadero estado en que recibió al municipio, para que a partir de la generación de conciencia se conozca su lamentable situación.
Solalinde advirtió al alcalde que esta administración está sostenida con alfileres, ya que actualmente se están lesionando diversos intereses corruptos que sembró el priismo, los cuales a su vez tuvieron el tiempo necesario para concretar alianzas con otros partidos para asegurar los privilegios económicos y políticos.
Agregó que el vuelco que eligió la ciudadanía el pasado 1 de julio, es la oportunidad histórica de transformar socialmente al municipio.
Agregó la necesidad de escuchar a los jóvenes, ya que son parte importante en el presente y futuro de cualquier comunidad; lo que el alcalde atajó con las recientes acciones en materia académica y deportiva que se están implementando.
Vilchis aprovechó la reunión para anunciar la creación de la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia, la cual estará integrada por 3 células que atenderán entre otras cosas, el maltrato que sufre la población femenina y la diversidad de género.
Agregó que ya se tiene el empate de agendas con diversas áreas del gobierno federal, con el objetivo de disminuir la violencia y la pobreza, que son raíces estructurales que han perjudicado sensiblemente a toda la comunidad ecatepense.