El ex líder del cártel de Tijuana, Eduardo Arellano Félix, El Doctor, se reservó su derecho a declarar durante la audiencia donde fue acusado por la Fiscalía General de la República (FGR) de los presuntos delitos de delincuencia organizada, contra la salud y asociación delictuosa.
La diligencia se celebró anoche a través del sistema de videoconferencia, la cual fue presidida por Enrique Beltrán Santes, juez Segundo de Distrito de Procesos Penales con sede en Toluca, Estado de México. El Doctor escuchó la acusación en una sala del penal de máxima seguridad del Altiplano.
nte su negativa por declarar, comenzó a correr el término de 72 horas para resolver su situación jurídica, donde se determinará si se le dicta auto de formal prisión o auto de formal libertad. Aún tiene posibilidad de solicitar 72 horas más, si así lo solicita la defensa.
El 23 de agosto, la FGR aprehendió a El Doctor, tras ser deportado por Estados Unidos en el Puente Internacional Brownsville-Matamoros.
Eduardo Arellano fue detenido en 2008 en Tijuana, Baja California, y fue extraditado a Estados Unidos en 2012, donde fue condenado a 15 años de cárcel y, por su cooperación con las autoridades de ese país, fue condenado sólo por dos de los siete cargos por los que fue acusado en su extradición.
Después de cumplir esa parte de condena en una prisión federal de baja seguridad en Allentown, Pensilvania, las autoridades migratorias de Estados Unidos lo pusieron a disposición de las autoridades mexicanas.
La Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) consignó una averiguación previa y obtuvo la orden de aprehensión. En octubre de 2008, agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) con apoyo del Ejército, capturaron a El Doctor tras un enfrentamiento.
Eduardo Arellano Félix asumió el liderazgo del cártel, después que agentes de la DEA arrestaron en aguas internacionales –el 14 de agosto de 2006 frente a las costas de Baja California-, a su hermano menor Francisco Javier Arellano, El Tigrillo.
Sin embargo, dejó la responsabilidad del cártel de Tijuana a su sobrino Luis Fernando Sánchez Arellano, El Alineador, éste último que, junto con José Jorge Briceño López, El Cholo, se enfrascaron en una guerra para terminar con los ex jefes de sicarios de ese grupo, Eduardo Teodoro García Simental, El Teo, y Raydel López Uriarte, El Muletas.