El acuerdo, que contó con el respaldo de los tres miembros republicanos y fue rechazado por los dos demócratas de la Comisión Federal del Comercio (FTC, por su sigla en inglés), refleja que la plataforma de vídeos de su propiedad falló en sus mecanismos de control e infringió las leyes de protección en línea de los menores, de acuerdo con el diario The Washington Post.
Las negociaciones fueron llevadas a cabo por la FTC, pero el acuerdo aún debe ser aprobado por el Departamento de Justicia, que por lo general se limita a ratificar este tipo de pactos.
Por el momento se desconoce la cuantía exacta de la multa, pero el diario washingtoniano asegura que será de varios millones de dólares.
Este pleito se remonta a abril del año pasado, cuando una coalición formada por 23 grupos de defensa de los derechos de los niños denunció ante la FTC que el gigante tecnológico recopilaba información personal de menores de 13 años, incluyendo la ubicación, identificadores de dispositivo y números de teléfono, y los rastreaba sin su consentimiento.
La demanda aseguraba que YouTube usaba estos datos para dirigir anuncios a los menores a través de su plataforma y sacar así rendimiento económico.
En un principio, el buscador más famoso de internet se defendió de estas acusaciones alegando que la plataforma de YouTube es solo para mayores de 13 años, sin embargo los demandantes consideraban que, en realidad, no existen mecanismos de control para aplicar esta política e impedir el acceso de los más jóvenes a la plataforma.
De hecho, Google tiene incluso una aplicación dedicada exclusivamente a niños llamada “YouTube Kids” (“YouTube Niños”) que lanzó en 2015 y que está diseñada para mostrar contenido y anuncios apropiados para los pequeños.
En este sentido, hace un mes, el diario The Wall Street Journal aseguró que la plataforma de vídeos está considerando quitar todos los contenidos infantiles de su portal principal y traspasarlos a dicha aplicación en respuesta a su polémica gestión de contenidos para niños.
La idea sería que todos los contenidos protagonizados por niños o que vayan dirigidos a este público pasen a estar exclusivamente en la aplicación YouTube Kids, con lo que la firma propiedad de Alphabet (matriz de Google) intentaría evitar nuevos enfrentamientos con la FTC.