Para que Andrés Manuel López Obrador, llegara al Estadio Azteca pasaron tres sexenios; y su travesía de ayer, 27 de junio, fue la metáfora de su carrera, porque luego de cerrar campaña en Tuxtla Gutiérrez, a más de mil kilómetros de la Ciudad de México, recorrió esa distancia para presentarse en un Estadio Azteca abarrotado por sus seguidores.
“Fue el perfecto resumen del largo peregrinaje que comenzó hace seis años y el epílogo a una extenuante campaña en la que ha recorrido cientos de ciudades y pueblos”, narró Jacobo García, para El País.
Como estrella de rock, el candidato por la coalición Juntos Haremos Historia, recorrió alrededor de 100 metros dando besos y abrazos a la multitud, tomó el micrófono y comenzó a hablar.
La primera parte de su discurso, “se envolvió en la historia, en la personal y en la de México, y se citó como ejemplo de honestidad capaz de cambiar el rumbo del país: ‘He conducido mi vida con rectitud y esa honradez es con la que queremos transformar a México’”, dice el texto.
“Como si fuera el fin de un largo viaje dedicó muchos minutos a recordar a todos aquellos que lucharon por el triunfo ‘que se logrará el domingo’ y por el fin ‘de un régimen corrupto y autoritario que llega a su fin’. Entre los que le han acompañado en esta carrera de obstáculos citó a Salvador Nava, Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez o los escritores Fernando del Paso, Elena Poniatowska o el fallecido Carlos Monsivais, entre otros”.
Según el narrador, llegar al Azteca también fue un “alarde en las formas”, pues en 2006 y 2012, López Obrador habría contemplado la posibilidad de rentar el Azteca, pero “la cadena Televisa, dueña del recinto, no se lo rentó y sí lo hizo con Felipe Calderón y Enrique Peña Neito. Mucho ha cambiado desde entonces la situación para que 12 años después una de las fotografías más poderosas que dejan tres meses de campaña es la del estadio de futbol más grandes del mundo escuchando entusiasmado a su líder hablando ante una enorme bandera de México”.
El País resalta en su texto la forma física de AMLO, pues a sus 64 años mostró un buen estado físico y habló “con la energía de quien se sabe observado por la historia”.
Ante miles de personas que interrumpían cada tanto con cánticos y gritos de apoyo, López Obrador concluyó una travesía de 32 años, que empezó desde 1992, cuando encabezó un movimiento de resistencia y marchó junto con cientos de personas desde Tabasco a la Ciudad de México, indica el diario.
“Por todo lo que ha luchado y por su congruencia es quien mejor representa al pueblo”, dijo Teresa Estrada, una maestra de 66 años, al periódico.
“A las casi cuatro horas que duró su cierre de campaña no le faltó ninguno de los ingredientes necesarios para convertir un mitin político más- en un país extenuado tras seis meses de campaña- en una fiesta que apeló a las emociones. Una banda de música, dos animadores, cantantes jarochos y videos motivacionales con algunas de sus frases más repetidas : ‘Amor con amor se paga’, ‘estamos del lado correcto de la historia’ o ‘solo el pueblo salvará al pueblo’. La cantante de música pop Belinda incorporó el toque frívolo a tanta solemnidad. Hasta en eso han cambiado los mitines de López Obrador”, concluyó.