El papa Francisco afirmó hoy que frente a quienes buscan el escándalo y la división, el único camino que hay que recorrer es el del silencio y el de la oración, porque “la verdad es silenciosa y no hace ruido”.
“La verdad es templada, la verdad es silenciosa y no hace ruido”, dijo Jorge Bergoglio durante la misa matutina que celebró en la capilla de Casa Santa Marta.
“Con las personas que no tienen buena voluntad, que buscan solo el escándalo, que buscan solo la división, que buscan solo la destrucción, también en las familias (lo que hay que hacer es), silencio y oración”, apuntó.
Francisco leyó un pasaje del Evangelio de San Lucas para sostener que en la vida cotidiana, “cuando hay malentendidos” o discusiones, es mejor callar y entender “cómo el padre de la mentira, el acusador, el diablo, actúa para destruir el unidad de una familia, de un pueblo”.
“Cuántas veces en las familias hay discusiones sobre política, sobre deporte, sobre dinero y esas familias terminan destruidas, en estas discusiones es en las que vemos que el diablo está allí queriendo destruir… Silencio”, reflexionó.
Finalmente, el pontífice argentino pidió “que el Señor dé la gracia de discernir cuándo se debe hablar y cuándo callar”, para aplicar esto “toda la vida: en el trabajo, en el hogar, en la sociedad”.
Las palabras del papa tienen lugar después de que el exnuncio en Estados Unidos Carlo Maria Viganò publicara una carta en la que aseguró que el pontífice conocía desde 2013 las acusaciones de abusos sexuales contra el cardenal Theodore McCarrick.
El papa Francisco no se refirió hoy a este hecho y solo respondió a los periodistas que le preguntaron sobre ello en el avión de vuelta de su viaje a Irlanda, el pasado 26 de agosto, asegurando que no iba a decir “una palabra sobre eso” y que “el comunicado (la carta) habla por sí mismo”.
“Ustedes tienen las capacidades periodísticas suficientes para llegar a las conclusiones. Lean ustedes atentamente el comunicado, y juzguen ustedes por sí mismos”, dijo entonces.