Elba Esther viajó a Nigeria para practicar brujería, sacrificó un león y se bañó con su sangre

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El libro que fue publicado a mediados de octubre de 2009, incluía un capítulo dedicado a Elba Esther Gordillo y su visita a África con el objeto de buscar a quien pudiera realizar un trabajo de magia negra que permitiera mantener su influencia en el gobierno mexicano.

El Inicio

El texto que recopila los testimonios de algunos ex colaboradores de la antigua lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), comienza explicando que durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y por medio de Manuel Camacho Solís, Elba Esther fue proporcionada de toda la estructura necesaria y recursos financieros para afianzarse al frete del sindicato.

Sin embargo, cuando Zedillo resultó el candidato para la Presidencia en 1994, Elba Esther supo que las cosas se empezaban a complicar, pues mientras éste se desempeñaba como Secretario de Educación Pública, ella le había hecho la vida un infierno.

En cuanto la maestra supo que el gobierno ya se encontraba indagando en sus cuentas y las de sus socios, entendió que tenía que actuar con rapidez, llamó a varios de sus colaboradores más cercanos, tras darse cuenta que no existía escape político, comenzó a planificar uno de los viajes más importantes de su vida.

Comienzos de Elba en la brujería

Los colaboradores contactados por Gil Olmos, le aseguraron que la afición de Gordillo por la brujería data desde su juventud.

Su predilección era el culto negro, lo cual, al llegar a la dirigencia nacional del SNTE la llevó a relacionarse con diversos santeros cubanos; durante varios años practicó la santería, pero la dejó debido a que ya se encontraba en un nivel que requería el uso de ciertos collares, raparse y el uso de turbantes con el fin de evitar fallar en los trabajos, abandonó esa práctica para evitar quedar en evidencia públicamente.

No obstante, no dejó su afición por los caminos oscuros, comenzó a interesarse por el vudú y a venerar figuras que exigen menor compromiso.

El viaje a África

Cuando Elba Esther se sintió acorralada por el Presidente Ernesto Zedillo, notó que necesitaría jugar su última carta, la cual consistía en un hechizo para poder controlarlo, sin embargo, no se trataba de un trabajo sencillo, se requería para empezar diagnosticar el aura del presidente, sus fijaciones y miedos.

Para esto, se tomaron fotos del Zedillo bajo una cantidad de luz que permite observar su aura, se hizo su carta astral y durante todo un año se consultaron a médiums y videntes quienes finalmente concluyeron que: dormía poco y tenía miedo al fracaso, por lo cual el espíritu de un animal podía apoderarse de su conciencia, específicamente el espíritu de un león.

Elba Esther se traslado con algunos colaboradores a Marruecos, ahí logró llegar hasta una persona que sabía leer los caracoles; éste, le dijo a la maestra que ella era una persona terriblemente mala, que su vida estaba centrada en venganzas y persecuciones, siendo precisamente éstas las que la llevaron hasta ahí.

Le explicó el trabajo que ella necesitaba, era el más peligroso del vudú, que consistía en sacrificar a un león, pero le advirtió que el problema no era el ritual, sino sus consecuencias, viviría una vida de animal, sin raciocinio.

El ritual debía llevarse a cabo en Badashat, el santuario de los brujos más oscuros del vudú.

Llegando al lugar donde sería el ritual, se le informó a la ex lideresa que el costo monetario sería de 45 mil dólares y se le dieron las indicaciones, debía presentarse al día siguiente sin bañar, sin tirar un solo cabello y con un cambio de ropa.

Mientras tanto, buscarían al león a cazar que debía ser macho, activo en la procreación y que hubiera pasado ya un 70% de la vida, el león tendría que ser torturado y desollado.

El ritual duró aproximadamente 4 horas, durante las cuales se le untaron a Elba Esther los testículos, las vísceras y la sangre del animal, le amarraron la piel del león y con las pezuñas le dibujaron símbolos en medio de cánticos.

Eventualmente, ella se desmayó, cuando despertó comenzó a rezar, el brujo la abofeteó, le agitó un manojo de yerbas en la cara y ella se volvió a desvanecer, le pidieron que no se quitara nada, que el espíritu del animal ya se le había pasado.


A través del intérprete, el brujo le aseguró que no le iba a costar dinero, que el verdadero costo era pagar con lo más querido, con algo que le doliera verdaderamente.

Horas después del ritual, la secretaría particular de Zedillo, se comunicó con Gordillo, el presidente, quería hablar con ella: “Güerita hermosa, necesito hablar contigo”, le dijo… el hechizo había funcionado.

El costo del hechizo: perder lo que más amaba

Después de que el brujo advirtiera el verdadero costo del trabajo realizado, murió su nieto Francisco Fujiwara Montelogo poco tiempo después.

Falleció de forma trágica, pues mientras jugaba en el elevador del lujoso departamento en el que vivía, se desnucó al ser aprisionado por las puertas eléctricas, él, era su favorito.

Tras este incidente los nietos de Elba fueron alejados de ella.

Después de estos eventos aquí relatados, Gordillo extremó precauciones y rituales dentro de su casa y además, explica Gil, que en el 2000 mientras públicamente el SNTE apoyaba al candidato priísta Francisco Labastida, en realidad ella brindaba su apoyo a Vicente Fox, para evitar represalias del partido en el poder y asegurar el triunfo de Fox, la maestra en conjunto con todos los dirigentes del magisterio, orinó las fotos de los líderes priístas al grito “¡Te someto a mi orden!, nadie se inconformó y Fox ganó.

El día de hoy trascendió la muerte de su hija menor Mónica Arriola Gordillo, ante esta situación y los tratos especiales que ha tenido la ex lideresa sindical desde que ingresó a la cárcel en 2012, uno no puede dejar de preguntarse ¿nuevamente pagó sus beneficios con lo que “más quería?

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