EMPRESA ESPAÑOLA PLAGIA LOS BORDADOS OTOMÍES DE LA COMUNIDAD DE HIDALGO

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Mango, la empresa española de “fast fashion”, ofrece en sus tiendas (tanto online como en las plazas) una línea completa que… bueno, robaron el trabajo de bordadoras y artistas indígenas.

Los bordados “tenangos” deben su nombre a la comunidad otomí donde empezó todo: Tenango, Hidalgo. Ninguno es igual al anterior no sólo porque están hechos a mano (y ya con ello cada puntada es diferente), sino porque los patrones, los animales, los colores, la distribución y los motivos de cada bordado son otros siempre.

Mango, la empresa española de moda que no termina de decidirse si es “fast fashion” o una boutique de alta costura, tomó “prestada” una serie de bordados: no sólo los tenengos, también los huipiles oaxaqueños y los bordados florales de las faldas istmeñas, para decorar su colección otoño-invierno 2017.

Cabe recordar que esa no es la primera vez que una firma de moda es acusada de plagio a bordado indígenas; por ejemplo, el caso de Isabel Marat y la comunidad mixe de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, resonó en 2014 al tratarse de una sola diseñadora (presuntamente con fama internacional por su supuesta originalidad) quien habría plagiado los diseños de toda una comunidad.

El caso de Mango difiere al anterior, porque se trata de prendas las cuales no llevan la firma de un diseñador como responsable del diseño, aunque sí aparecen en la tienda en línea.

Todo plagio es grave. Corporación Mango se roba bordado de de la comunidad indígena de Tenango. pic.twitter.com/pqylajbyFn
— Erandi Sánchez (@erandi_san) 11 de octubre de 2017

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