La Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) llamó a los estados, municipios y a la Cámara de Diputados a sumarse al recorte presupuestal pues es donde hay más dispendio de recursos, y que se haga enfocado en el gasto corriente, en proporción con el realizado por el gobierno federal, para evitar que pueda recurrirse a más deuda y afectar en mayor medida la calificación crediticia del país.
Francisco Cuevas Dobarganes, director general de la agrupación consideró que los presupuestos entregados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para su revisión y aprobación en la Cámara de Diputados, son conservadores y responsables, pero insuficientes.
Además lamentó que se recorten rubros como el sector agropecuario, cultura, turismo, Pemex, economía y medio ambiente, ya que se está apostando a solo salir del bache, sacrificando los beneficios a largo plazo.
“Pensamos que los recortes se deberían de orientar al gasto corriente, ya que es lo que afecta menos al bienestar de la población, desgraciadamente, las razones políticas siguen pesando más que las sociales y económicas”, consideró Cuevas.
Apunto que la Cámara de Diputados debería sumarse al recorte presupuestal de manera solidaria, además de que a los industriales les preocupa que por cuestiones políticas se puedan manipular las cifras con fines electorales, lo cual podría poner en riesgo la estabilidad económica del país y su viabilidad para el pago de pasivos e intereses.
La UNIDEM asegura que el paquete fiscal tendrá poca afectación ya que no se prevén incrementos en los impuestos y solo algunas ramas industriales tendrían impacto como las relacionadas con la construcción, agroindustria, algunas subramas metalmecánicas orientadas a la fabricación de implementos petroleros e industrias relacionadas con la proveeduría del turismo, ya que tienen vínculos con los ramos que enfrentarán los mayores recortes en el Presupuesto de Egresos.
Para Francisco Cuevas el recorte en el sector agropecuario será un duro golpe sobre todo para la tendencia de crecimiento que tenía, de igual forma con Pemex, pues implica renunciar a incrementar la producción y exploración, y condenarse a que en poco tiempo se convierta a México en un país importador.
“Nuestra visión es que difícilmente se podrá alcanzar el presupuesto de ingresos que se tiene previsto y es probable que la actividad económica se contraiga; el de egresos, seguramente tendrá presiones al alza en su aprobación, por lo que el déficit público podría llegar a niveles que afecten la calificación crediticia y con ello, aumenten los intereses lo que nos llevaría a un espiral que solo podría frenarse con una devaluación”, advirtió el representante industrial.
