Los consumidores de marihuana recreativa en Colorado, donde se legalizó en 2012, conducen bajo el efecto de la droga pese a conocer los riesgos de hacerlo, detalla un sondeo divulgado hoy por el Departamento de Transporte estatal (CDOT).
Más de dos de cada tres (69 %) de los encuestados de forma anónima manejan por lo menos una vez al año bajo la influencia del cannabis, precisa la encuesta hecha a más de 11.000 consumidores y no consumidores habituales de marihuana.
Un porcentaje similar sabe que puede causar un accidente o ser multado o arrestado por conducir bajo su influencia.
Además, más de la mitad (56 %) de los entrevistados no deja de fumar, sino que sólo fuma menos, si sabe que tiene que conducir. Uno de cada cuatro de esos consumidores admitió “conducir casi a diario” después de fumar y uno de cada diez consideró que la marihuana lo hace “un mejor conductor”.
“El tema es complejo” porque las mismas personas que dicen que la marihuana no les impide conducir, reconocen que los pone en peligro, expresó Sam Cole, portavoz de CDOT.
“En Colorado queda mucho por hacer para cambiar la conducta” de estos consumidores, agregó.
Señaló que deben trabajar en transformar en acción la consciencia que existe sobre “las leyes y consecuencias de conducir impedido”.
En Colorado ocurrieron 608 muertes en 2016 en accidentes automovilísticos, entre ellos 51 debido a altos niveles de THC, el componente activo de la marihuana, según cifras oficiales.