El gasto público de México destinado a financiar las pensiones es el más bajo entre los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), informó este día el organismo. Pero como si eso no fuera suficiente, en el país, menos de la mitad de las personas mayores de 65 años recibe una pensión.
Respecto del tamaño de la economía, el gasto público en pensiones es poco más de 2.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), proporción que resulta una de las más bajas entre los países que pertenecen a la OCDE.
En contraparte a este dato, las pensiones que reciben los expresidentes son altísimas, no sólo en el dinero que reciben, sino también en la seguridad destinada a su protección y la de sus familias. Tan sólo la pensión del expresidente Felipe Calderón es de 54 millones 262 mil 111 pesos, la cual supera por más del doble que la del expresidente estadounidense George Bush. Mientras que el el exmandatario chileno Sebastián Piñera, es el más alto de los países latinoamericanos del organismo, con el equivalente a 10 millones 126 mil 910.82 pesos mexicanos.
Otra mala noticia, es que las recientes reformas laborales han alejado la posibilidad de que más personas accedan a pensiones, tras prolongar la edad laboral para el retiro, mientras que en otros casos, la ley permite a las grandes empresas una constante recontratación de su personal con lo que se evita así sumar años laborales.