La policía municipal y de vialidad de Coacalco descuida la seguridad de la población para dedicarse a la caza de automovilistas y choferes del transporte público y de carga que circulan sobre el carril del Mexibùs, una vez que las autoridades dieron luz verde a la extorsión de supuestos infractores.
Pesé a ser considerado Coacalco uno de los 10 municipios de la entidad con mayor índice delictivo, la policía municipal y vialidad sólo se dedican a buscar repartidores de propaganda, así como a trabajadores de empresas que laboran en la vía pública.
Al ser localizados, con cualquier argumento los remiten a las galeras para ser extorsionados hasta con 2 mil pesos ò conmutar la infracción con 36 horas de arresto.
Misma estrategia que usan con conductores de vehículos particulares, transporte de pasajeros y de carga que cruzan por el tramo de este municipio, considerado de alto riesgo no sólo por la incontrolable actividad criminal, sino también por la presencia de una policía corrupta y abusiva que opera en la vía López Portillo y zonas colindantes con Ecatepec.
A modo de justificar la actividad de extorsión de la policía de vialidad y municipal, el ayuntamiento colocó lonas donde se anuncio que no se debe circular sobre el carril confinado del Mexibùs.
Pero sin duda, los funcionarios y uniformados locales deberían realizar acciones para agilizar la movilidad urbana, pero no lo hacen por el contrario en los horarios de mayor afluencia vehicular se estacionan al finalizar el puente que cruza el Boulevard Coacalco y sólo esperan a los supuestos infractores.
Por otra parte la vía López Portillo de cuatro carriles en tramos queda reducida a un carril, lo cual provoca intensa actividad vial, y ante la necesidad de acortar el tiempo de traslado, los automovilistas deciden ocupar el carril confinado para avanzar y librar los embudos vehiculares.
Además son Presuntos infractores, debido a que este municipio no tiene la autorización del gobierno del Estado de México para realzar actividades de Transito, este servicio no se ha transferido al gobierno local y por tanto no cumplen con los dispositivos del reglamento para la entidad para emitir infracciones.
Nada ha cambiado, aunque ya no está al frente Erwin Castelán, la corrupción sigue y con mayor fuerza, los abusos y extorsiones de los elementos de la policía “no tienen freno”. Pues lo hacen con la complacencia y complicidad de funcionarios locales y de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
Los policías a los infractores que no acceden a la extorsión los llevan con los jueces calificadores corruptos, pero cuando existe una resistencia incontrolable de los particulares a estos, los abusos y la represión se agudiza y son remitidos ante Fiscales a modo que se prestan a continuar con la supuesta acusación de “delitos prefabricados” y sin la menor investigación “ya son considerados presuntos delincuentes”
Con información de laprensqmx
