El gobernador priista de Chihuahua, César Duarte, deja la mayor deuda: 236 por ciento superior a la que tenía previo a asumir su cargo.
Las entidades que se encuentran en proceso electoral están saturadas de deudas. Los gobernadores que se retiran de su cargo dejan una deuda a sus sucesores de 177 mil 259 millones de pesos, 111.6 por ciento mayor al que recibieron cuando llegaron al poder, conforme a las estadísticas publicadas por la Secretaría de Hacienda.
Prácticamente todas las entidades en disputa electoral, a excepción de Puebla, aumentaron de forma considerable sus adeudos con la banca de desarrollo, la banca privada y otros acreedores.
El gobernador priista de Chihuahua, César Duarte, es quien deja la mayor deuda: 236 por ciento superior a la que tenía previo a asumir su cargo. Por su parte, en Veracruz, el gobernador saliente, Javier Duarte, pasó de 21 mil 499 millones a 45 mil 776 millones de pesos, lo que corresponde a un incremento del 112 por ciento, cabe señalar que Veracruz se convirtió en la tercera entidad más endeudada del País durante la administración priista
Un caso más es el de Gabino Cué, Gobernador en Oaxaca, quien incrementó la deuda en 176 por ciento al pasar de 4 mil 615 millones de pesos a 12 mil 756 millones.
Otro Mandatario que también dejará una deuda relevante es Roberto Borge, de Quintana Roo, quien elevó la deuda de su Estado de 10 mil 37 millones de pesos a 22 mil 541 millones, así lo informó el periódico Reforma.