El Gobierno de Estados Unidos ha deportado a más de 6.800 salvadoreños en lo que va del 2018, un 20,8 por ciento menos que durante el mismo período de 2017, informó hoy la Dirección General de Migración y Extranjería de El Salvador (DGME).
La fuente sostuvo que estos casos representan aproximadamente el 59,3 por ciento del total de retornos registrados hasta el 19 de junio, mientras que las deportaciones desde México alcanzaron el 40,3 por ciento con 4.630 casos y otros países que no fueron detallados el 0,40 por ciento con 47 repatriados.
La institución sostuvo que estas 11.488 deportaciones representan una disminución del 20 por ciento respecto al mismo lapso de 2017, cuando se registraron 14.362 casos, sin detallar las circunstancias que han provocado la baja.
El jefe de misión de la Organización Internacional de Migraciones (OIM) para el Triángulo Norte de Centroamérica, Jorge Peraza, ha dicho que existe “un cambio en la dinámica migratoria” desde la llegada de Trump al Gobierno de Estados Unidos, que se refleja principalmente en las cifras de El Salvador.
“Muchas personas están repensando su proyecto migratorio, no consideran que es el momento oportuno para hacerlo porque hay programas más restrictivos y de mayor control en los países de destino”, apuntó Peraza.
Diversos países han criticado la política migratoria de “tolerancia cero” contra los migrantes irregulares de Estados Unidos, principalmente por la separación de unos 2.000 niños de sus padres en la frontera sur del país y su encierro en centros de detención.
Unos 2,8 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos, país desde el que llegaron en 2017 buena parte de los 5.021,3 millones de dólares en remesas que recibió El Salvador, la cifra más alta hasta ahora en la historia del país centroamericano.