Los Estados y las empresas son quienes menos invierten recursos e investigación para contribuir a la igualdad de género desde los medios de comunicación, por lo que gran parte de los escasos avances ha corrido a cargo de las periodistas, las feministas y las investigadoras.
Así lo evidenciaron especialistas en comunicación y género durante el 62 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés), que se lleva a cabo del 12 al 23 de marzo en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York.
Al participar esta mañana en la mesa “Mujeres y medios de comunicación”, integrantes de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) de España, Argentina y México, revisaron los pendientes en el cumplimiento del capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing, que habla sobre las mujeres y los medios de comunicación.
Las periodistas de esta Red coincidieron en que a 23 años de que los Estados acataran las obligaciones contenidas en la Cumbre de Beijing de 1995, ellas han documentado estancamiento, retroceso y nuevos obstáculos para lograr la igualdad de género en los medios de comunicación.
La coordinadora de la Red Internacional de periodistas con Visión de Género, Rosa María Rodríguez Quintanilla, señaló que hasta ahora los Estados no han hecho una rendición de cuentas sobre cómo están cumpliendo con el mandato internacional del Capítulo J, ya que sólo 30 por ciento de los países presenta informes al respecto.
Además, los avances son lentos, y hubo un estancamiento desde 2010 para lograr transformar la representación estereotipada de las mujeres en los medios; también hubo un retroceso en el acceso de las mujeres a la tecnología; y un aumento de 202 por ciento de la violencia contra las periodistas en algunos países, como México.
Los Estados tampoco están invirtiendo dinero –dijo- ya que datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), señalan que menos del 30 por ciento de los Estados invierte en políticas de igualdad en los medios de comunicación.
Por el contrario, dijo, son las periodistas, el movimiento feminista y las académicas, quienes sin muchos recursos, realizan monitoreos, investigaciones y promueven el periodismo con visión de género.
Esta situación –observaron las integrantes de la Red- ha provocado que en pleno 2018 el capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing, sea el que menos se ha cumplido en relación a las 12 esferas de preocupación; y que ahora la igualdad de género en los medios sea uno de los dos temas prioritarios a discutir durante la 62 CSW.
Las periodistas expusieron que si bien ha habido una feminización de los medios ya que cada vez más mujeres se titulan como periodistas, prevalece la ausencia de condiciones laborales dignas para ellas, con bajos salarios y jornadas extenuantes.
Por ejemplo, la coordinadora de la Red de periodistas en España, Montserrat Minobis, dijo que en su país se hizo en 2004 un diagnóstico sobre las condiciones laborales de las mujeres en la profesión periodística, pero que en 2017 otro informe alertó sobre más precarización.
Tan sólo en España, 60 por ciento de las periodistas está desempleada, sólo 3 de cada 10 tiene contrato laboral, 60 por ciento recibe sueldos inferiores a mil 500 euros (34 mil 500 pesos mexicanos), y sólo 15 por ciento ocupa cargos directivos en las empresas de comunicación.
Por el contrario, lo que ha cambiado –dijeron- es el aumento de las mujeres como protagonistas en noticias sobre violencia. En Cataluña, 51 por ciento de las notas de esta índole son sobre mujeres.
Por su parte, la delegada para Suecia en la CSW y doctora del departamento de periodismo y medios de comunicación en ese país, María Steam, observó que un gran obstáculo es que en países democráticos pueda considerarse como censura el hecho de que los Estados intervengan con recursos en los medios de comunicación, pero –dijo- hay ejemplos donde esta inversión se ha hecho a través de crear legislación, infraestructura e investigación a favor de la igualdad.
Las periodistas llamaron a seguir pendientes de los compromisos establecidos en el capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing, y a seguir promoviendo el feminismo en el periodismo para alcanzar el cumplimiento de los objetivos del capítulo J vinculados a modificar la representación de las mujeres en las noticias.