Serían usados como arma biológica, como parte del programa militar.
En el nuevo programa militar sobre armas biológicas de Estados Unidos, de cuatro años y 45 millones de dólares, está el utilizar insectos para dispersar virus.
Así lo advierte un equipo que incluye científicos especialistas y abogados, quienes detallan que se esparcirían virus genéticamente modificados en cultivos del programa Insect Allies (Insectos Aliados), publica la revista Science.
De acuerdo con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de la Defensa (Darpa), encargada del desarrollo de tecnologías militares estadounidense, simplemente se trata de alterar los cultivos que crecen en los campos mediante el uso de virus para transmitir cambios genéticos a las plantas.
La revista Science, publicó un artículo, del que dan cuenta The Independent y AP en el que el biólogo molecular Kai Kupferschmidt dijo que Washington tiene que justificar a detalle el propósito pacífico de Insect Allies para evitar que sea percibido como hostil por otros países.
“Suena como ciencia ficción: un programa de investigación financiado por el gobierno planea crear insectos portadores de virus que, liberados en grandes cantidades, podrían ayudar a los cultivos a combatir amenazas como plagas, sequías o contaminación”, se publicó.
“Insectos Aliados se lanzó en 2016 con poca fanfarria pero en un foro de política, cinco investigadores europeos pintan un escenario mucho más sombrío. Si tienen éxito, la técnica podría ser utilizada por actores maliciosos para ayudar a propagar enfermedades a casi cualquier especie de cultivo y devastar las cosechas. La investigación puede ser una violación de la Convención de Armas Biológicas (BWC, por su siglas en inglés)”, indica el artículo, publica La Jornada.
Darpa asegura que se busca proteger los suministros de alimentos del país de amenazas como sequía, enfermedades y bioterrorismo, usando insectos, pulgones y moscas, para infectar las plantas con virus que las protejan.
En tanto, el Departamento de Estado defendió el programa y subrayó que tiene fines pacíficos y no viola la BWC. Mientras que el Departamento de Agricultura sostuvo que sus científicos son parte parte de los estudios que son realizados en laboratorios cerrados y no representan peligro ambiental.