Acámbaro, Guanajuato.- Guadalupe García se convirtió en la primera mujer deportada por Trump a México. Para no caer en depresión solicitó apoyo de un programa federal de apoyo a migrantes deportados. Gracias a ello puso una tortillería. Hoy es una mujer emprendedora y exitosa.
Quienes la conocen dice que ella es un ejemplo de lucha, en su pueblo natal.
La mujer esta feliz porque tiene en qué ocuparse, pero no deja de pensar que sus hijos están solos en el estado de Arizona, Estados Unidos. Poco a poco se ha ido adaptando, aunque estar lejos de ellos le duele aún.
Los hijos continúan con sus sueños allá de estudiar y graduarse.
Su tortillería se llama Lupitas en honor a ella y su mamá y elabora tortillas cien por ciento de maíz.
Pudo abrir la tortillería con un financiamiento de 235,000 pesos que obtuvo del gobierno. Además recibió capacitación.
El mismo alcalde de la ciudad la felicita por su empeño y el apoyo que le da a su familia.
La mujer no quita el dedo del renglón y espera poder rencontrarse con su familia en Estados Unidos.