En la colonia Nápoles, calle Illinois 27, de la Ciudad de México, se encuentran las oficinas de Comunicaciones Estratégicas Newlink S.A. de C.V. Esta es la productora que mantiene las relaciones comerciales de Callo de Hacha, un comunicador que ha crecido exponencialmente durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Se sabe que el gobierno federal ha celebrado contratos con esta empresa que superan los 66 millones de pesos. Pero también varios gobernadores acuden a sus servicios.
Con presencia en la radio nacional, en redes sociales y en YouTube, Callo de Hacha ha logrado proveer de publicidad a varios gobiernos. Uno de ellos es el de Quintana Roo, liderado por el expriísta y ahora perredista, Carlos Joaquín González. En los primeros días de su gobierno, su administración celebró el 2 de enero del 2017 un contrato con la capitalina Comunicaciones Estratégicas Newlink S.A. de C.V. por $1,178,560 pesos. Este dinero fue destinado para hablar bien de la administración de Carlos Joaquín en los canales de comunicación de Callo de Hacha.
Como todo contrato, se establece que el gobierno revisará la calidad del servicio y que podrá cancelar el acuerdo en caso de que no haya satisfacción para el gobierno de Quintana Roo. Todo fluyó de manera correcta. De repente, las redes sociales de Callo de Hacha (Jorge Roberto Avilés) se llenaron de mensajes que aplaudían las acciones del gobierno quintanarroense.
En una búsqueda más profunda, encontramos que el gobierno de Quintana Roo celebró otro contrato económico con la empresa Factory Comunicaciones Estratégicas S.A. de C.V., también productora de los contenidos de Callo de Hacha.
El monto de este segundo contrato es de $1,392,000. Al sumar ambos, nos damos cuenta de que el gobierno de Carlos González cedió 2 millones 570 mil pesos al youtuber mexicano para que se hablara bien de la administración que destronó al PRI en Quintana Roo. Como resultado, la publicidad a favor de González se incrementó.
Incluso meses antes de que el contrato se firmara, Callo ya mantenía varias publicaciones alabando el gobierno de Carlos Joaquín González. Este tipo de publicidad con el gobierno se alejan de la línea común de publicidad ligada a avances del gobierno y se enfocan totalmente en impulsar la figura de un gobernador, algo que no privilegia a la sociedad de Quintana Roo.
En los posts del comunicador se pueden leer alabanzas a la alternancia en el estado sureño. Carlos González logró reunir al PAN y al PRD para formar una coalición que retiró al priísmo de su dominio en la zona. Antes de González, el priísta Roberto Borge generó daños enormes al patrimonio estatal y elevó los índices de criminalidad, tráfico de influencias, además de saquear las arcas de Quintana Roo, dejando al estado sumido en una crisis económica.
El contrato, como es costumbre, establece que “no se genera un acuerdo obrero-patronal”, por lo que no podrá considerarse “un contrato de trabajo”. Además, el acuerdo legal obliga a las empresas a no comentar el acuerdo económico. Cita textual: “El compromiso de confidencialidad incluye la prohibición a “El Prestador del Servicio” de prestar cualquier clase de declaración relacionada con los servicios materia de este contrato a medios de información. La obligación prevista en esta cláusula la asume “El Prestador del Servicio” respecto de sus socios o asociados, funcionarios, empleados y en general cualquier persona que se encuentre vinculada directamente con el mismo. ”.
Esta cláusula en especial es alarmante, ya que obliga a mantener en el mayor secreto posible los acuerdos comerciales y opera a manera de bozal ante la prensa, bajo la amenaza de revocarlo. Como resultado, Callo de Hacha realizó varios especiales en contra de personajes incómodos para el gobernador de Quintana Roo, como Carlos Mimenza. Sería irresponsable otorgar dinero público para estimular ataques en contra de rivales políticos. El contenido de Diario de Confianza en donde se habla mal de estos personajes quintanarroenses es vasto y vario.
Como parte de las actividades, Callo de Hacha dedicó varios espacios al actual gobernador de Quintana Roo en su programa Radio de Confianza, transmitido por la radiodifusora nacional Radio Fórmula. Este tipo de contratos no solamente incrementan la fortuna de comunicadores para transmitir solamente buenas noticias de un determinado gobierno; además, estos acuerdos entre la prensa y el gobierno alteran las líneas editoriales y sesgan la libertad de prensa que tanto trabajo ha logrado generarse en México.
Esta costumbre se ha hecho tendencia durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y las intenciones por modificar estas prácticas han sido anuladas por los cámaras legislativas.
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