Varias instituciones bancarias de México sufrieron un golpe millonario por un grupo de hacker que robaron algunos millones de pesos en una operación que bien podría ser un guión de la televisión o el cine.
Los atracadores obtuvieron entre 300 y 400 millones de pesos mexicanos (de 15 a 20 millones de dólares) por medio de los sistemas de banca en línea de instituciones como Banorte —el segundo banco más grande del país— y Banco del Bajío.
El hurto habría ocurrido el último fin de semana de abril, lo que obligó a una reestructuración del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), operado por el Banco de México, que ha demorado las operaciones bancarias en todo el país durante las últimas semanas.
Los hackers entraron a los sistemas de los bancos para realizar transferencias de dinero a cuentas fantasma, según refirieron fuentes de la investigación.
Cientos de movimientos llevaron el dinero hacia otras instituciones financieras en donde los atracadores retiraron el dinero en efectivo sin dejar rastro. La sospecha de que los atracadores contaron con la ayuda de trabajadores del mismo sistema bancario domina en las investigaciones, dado que los retiros en efectivo se hicieron por miles de pesos sin levantar sospechas.
El atraco podría involucrar a cinco bancos, según ha informado la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), aunque solo dos de ellos lo han reconocido públicamente. Ambos bancos han asegurado que ningún cuentahabiente ha sido afectado por el atraco.
“Lo importante es que los usuarios tengan la seguridad de que su dinero está seguro. El dinero de los usuarios no está perdido. Es una obligación del banco cuidar de ese dinero”, ha dicho Mario Di Constanzo, presidente de la Condusef, en la radio mexicana.