Cuando la aspirante a la presidencia de la República, Margarita Zavala, intentó dejar una ofrenda floral a los pies de la estatua de Salvador Nava, ubicada en la esquina de Uresti Carranza, un grupo numeroso de manifestantes le impidió el paso; comenzado un arduo momento de tensión ante el que la panista, y toda su compañía, optaron por retirarse de lugar.

Fue aproximadamente cuando Zavala arribó a la Plaza del Milenio como parte de las actividades contempladas para su visita a tierras potosinas. Horas antes se había reunido exitosamente con empresarios en las instalaciones de la CANACO.

Zavala tenía la intención de llegar a la estatua de Salvador Nava y rendir un homenaje pero ya la esperaban los manifestantes quienes, al verla, comenzaron a gritarle ¡Fuera, asesina! Con una cadena humana rodearon el lugar e impidieron el paso de la aspirante presidencial responsabilizándola, también, del lamentable suceso ocurrido hace algunos años en la Guardería ABC. Al ver la negativa de la gente, Margarita decidió colocar la ofrenda a varios metros de distancia y retirarse con rumbo al Centro Histórico para continuar con el recorrido agendado con anterioridad.