Una nueva especie de hongo del género Hypochnella, que se observó y fotografió en el Parque Nacional Bosque de Tlalpan, en Ciudad de México, fue identificada a través de la aplicación Naturalista, dijo a Efe el biólogo Roberto Arreola.
Arreola, especialista en contenidos e ilustración de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), destacó que se trata de un “caso de éxito” y dijo que fue él quien fotografió el hongo y compartió la imagen en Naturalista sin saber que se trataba de una posible nueva especie.
Naturalista es una aplicación móvil y plataforma web que sirve para compartir fotografías de la naturaleza que se observa. Es una red social que permite conocer a otras personas, incluyendo especialistas, y aprender sobre las especies que nos rodean, detalló.
“Luego del registro fotográfico el experto Abraham Medina Ortiz (curador de Naturalista) tomó muestras del hongo y mandó a secuenciar el genoma”, explicó.
Después de este y otros estudios, Medina Ortiz, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “determinó que posiblemente se trataba de una nueva especie para México y el continente americano”, señaló Arreola.
Reveló que “esta nueva especie de hongo corresponde a un taxón (grupo de organismos emparentados) del que hasta ahora solo se tenía identificada una especie perteneciente a una familia, la cual vive en Europa”.
La aplicación Naturalista se apoya de expertos científicos que se encargan de identificar a las especies que el público comparte a través de sus fotografías.
Arreola, de la Dirección de Comunicación Científica de la Conabio, indicó que la aplicación se desarrolló en Estados Unidos y actualmente está activa también en Canadá, Colombia y Nueva Zelanda.
En México lleva activa cuatro años y ya cuenta con 27.000 usuarios registrados, y más de 648.000 observaciones (fotografías de naturaleza) de más de 21.000 especies compartidas en la red social.
Naturalista es una red de ciencia ciudadana, ya que las observaciones ayudan a los científicos a conocer más sobre la biodiversidad y desarrollar investigaciones que promuevan su conservación.
Arreola reconoció que uno de los retos es “ajustarle partes para que camine mejor, mantenga el reconocimiento y respaldo de la comunidad científica y continúe atrapando a las personas usuarias de la aplicación”.
“Estoy convencido de que es una plataforma eficaz para enseñarle al público general cuestiones básicas de biología y nuestra biodiversidad. Sí funciona”, agregó.
Consideró que “es un derecho de la humanidad conocer, administrar y cuidar la biodiversidad de cada país”, y que ello “debe ser parte de la cultura”.