La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que se necesitarán más meses para saber, con certeza, si el virus del Zika es la causa del nacimiento de niños con microcefalia.
“Hay una creciente acumulación de indicios que nos hacen pensar que estos fenómenos pueden estar asociados”, declaró Bruce Aylward, quien tiene a su cargo los brotes epidémicos y las emergencias sanitarias en la OMS.
La propagación del virus del Zika, descubierto en Uganda en 1947, es una preocupación mundial debido a las sospechas de que provoca enfermedades neurológicas en los recién nacidos, como la microcefalia, o el síndrome de Guillain-Barré.
Mientras tanto, “se considera que el virus es culpable hasta que se demuestre su inocencia”, agregó Aylward, quien también recalcó “la necesidad de ser sumamente enérgicos” para frenar la transmisión por medio del mosquito Aedes aegypti, que también es vector de dengue y chikungunya.
Entre los síntomas que provoca el virus del Zika están: fiebre, dolor de cabeza y articular o sarpullidos; pero, se sospecha que en embarazadas puede causar microcefalia, una enfermedad congénita que consiste en un desarrollo insuficiente del cráneo, a menudo acompañado de atrofia cerebral.
Así, con más de 1.5 millones de enfermos en Brasil, Sudamérica es la región del mundo más afectada por el Zika. Por este motivo, Pedro Alonso, responsable del programa mundial de paludismo en la OMS, comentó que la agencia planea reunir (a mediados de marzo) a los principales expertos del mundo en el control del vector, con el fin de determinar si una serie de nuevos métodos radicales se podrían usar de modo seguro y eficiente.
Dichos métodos incluyen la puesta en libertad de mosquitos transgénicos o de grandes cantidades de mosquitos machos esterilizados para frenar la reproducción. También, se baraja la posibilidad de poner en libertad mosquitos transmisores con la bacteria Wolbachia, que anula la capacidad de transmitir enfermedades.