Cristian huyó de Venezuela en el año 2015. Agobiado por la crisis, según relata, dejó en su país a su esposa embarazada y su pequeño hijo con la promesa de buscar un mejor futuro para ellos.
Se dirigió a Panamá. Encontró trabajo como ayudante de limpieza, actividad que le permitió conocer al sacerdote salesiano Rogelio Topin, éste le ofreció trabajo en la Basílica Menor Don Bosco.
El religioso aprovechó la necesidad del joven para ofrecerle dinero a cambio de favores sexuales. La presión, la falta de dinero, la necesidad de reunir dinero, llevó a Cristian a aceptar.
Sin embargo, los encuentros se hicieron más recurrentes, incluso, el sacerdote difundió los favores recibidos con otros miembros de la Iglesia.
No es la primera vez, lo hace tres y cuatro veces por semanas. Él me contrata con el fin de tener relaciones se-xu-ales, que yo le haga sexo o él a mí. Lo hago por la necesidad que tengo en este país”, expuso el joven venezolano en la cuenta de Facebook Clara Mente.
Cansado Cristian de la situación, decidió hacer público el caso. Grabó uno de los encuentros…
Acabo de ser contratado por un sacerdote, un párroco de la Iglesia católica aquí en Panamá”, mencionó el joven venezolano mientras esperaba al sacerdote salesiano Rogelio Topin.
Lo grabo porque siento rabia y molestia”.