Se graduó de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y ahora competirá por un posgrado en Antropología
La joven recordó que lo más difícil de su carrera fue mantenerse alejada de sus padres
Francisca Villalba, de 27 años de edad y originaria de la comunidad Maskoy, en Puerto Casado, en Alto Paraguay, finalizó su carrera universitaria gracias a la venta de miel y queso.
La joven obtuvo el título de licenciada en Trabajo Social, luego de más de cuatro años de estudios en un instituto dependiente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) con ayuda de una beca, y ahora competirá por un postgrado en Antropología.
Según la información publicad por La Nación, la joven relató que fue una trabajadora social la que la convenció de iniciar una carreta tras la defensa de su tesis sobre la comunidad Maskoy.
En entrevista, Francisca recuerda que lo más difícil de terminar sus estudios fue la distancia que mantuvo lejos de su familia, pero resalta que todo sacrificio valió la pena, porque de este modo pudo alcanzar sus sueños.
“Me contó sobre el trabajo social, me interesó, con el tiempo me involucré en la carrera. Obtuve una beca tras concursar en Itaipú. Hubo momentos donde no cobraba la beca, pero tenía compañeros que me ayudaban. Me arreglaba apenas. Llevaba miel y queso para vender en la facultad”, relató Villalba.
Aunque por el momento no cuenta con un trabajo relacionado con su carrera, ella espera pronto encontrar algo y trabajar atendiendo problemas relacionados con la mujer o la niñez. También le gustaría poder mejorar las condiciones de vida de su comunidad y su familia.
Con su testimonio, Villalba espera motivar a otros jóvenes indígenas que se encuentran en proceso de postulación de becas. “Nunca hay que dejar de creer en los sueños, hay que esforzarse, no es fácil, pero se puede, yo lo logré”, concluyó.