El 53,7 % de los alrededor de 6 millones de niños estadounidenses con asma sufrieron uno o más ataques en 2016, según un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) que muestra una paulatina disminución de las crisis, las visitas al hospital y las ausencias escolares.
En 2001 el porcentaje de niños asmáticos que habían sufrido uno o más ataques en un periodo de doce meses era el 61,7 %, dice el informe divulgado hoy por los CDC para ilustrar los avances realizados en el tratamiento del asma y la prevención de los ataques.
El porcentaje de niños asmáticos hospitalizados descendió de 9,6 % en 2003 a 4,7 % en 2013 y también disminuyó, en un grado no especificado, en el mismo periodo el de los niños que faltaron a la escuela por causa del asma, la enfermedad respiratoria crónica más común en Estados Unidos.
“Estamos progresando, pero los servicios de salud, los padres, los cuidadores y las escuelas pueden hacer más para ayudar a los niños a evitar los ataques de asma”, señaló Anne Schuchat, directora en funciones de los CDC.
Según Schuchat, en la última década se ha logrado identificar medidas contra el asma que funcionan “en conjunto” y ahora lo que se necesita es llevar esos esfuerzos a escala nacional.
No obstante, todavía uno de cada seis niños asmáticos termina en las emergencias médicas cuando sufren un ataque y aproximadamente uno de cada 20 requiere hospitalización cada año.
El estudio revela que los ataques de asma son más frecuentes en el grupo de edad de menores de cinco años y que los niños varones tienen más probabilidades de padecer asma que las niñas.
Lo mismo ocurre con los menores (niños o niñas) de 5 a 17 años de edad, los afroamericanos de origen no hispano, los de ascendencia puertorriqueña y los de familias pobres.
Alrededor del 16 % de los niños afroamericanos y 7 % de los niños blancos padecen asma.
Los CDC indican que no hay una sola cosa que ayude a prevenir los ataques de asma, sino que lo que funciona son una serie de acciones y la elaboración de un plan para cada niño asmático.
Además del uso de medicación es importante evitar “disparadores” del asma como el humo del tabaco, el polvo, el pelo de animales domésticos y la contaminación del aire.
En 2012 el promedio anual de gastos médicos por cada niño asmático fue de 1.000 dólares, según los CDC.