A pesar de las enseñanzas de la Madre Naturaleza, los Siete Sabios de la mal llamada Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) se aferran a culpar a los automovilistas de la contaminación en la capital y castigarnos por ello. Miguel Ángel Mancera Espinosa y sus compinches no entendieron que son las condiciones atmosféricas, no las emisiones de los vehículos, las que determinan los niveles de polución, particularmente por ozono, como quedó reiteradamente demostrado en los meses anteriores.
Se comprobó que el llamado Hoy No Circula Parejo no sirvió y que el retirar hasta más de dos millones de vehículos de la circulación no evita las contingencias. ¡Las tuvimos hasta en domingo! Las mentiras de los funcionarios quedaron al descubierto. La Cámara de Comercio de la capital calcula que la ocurrencia, además, tuvo en 87 días que duró un costo de 16 mil 800 millones de pesos para automovilistas, comerciantes y empresarios. Y sin embargo ahora vuelven con un nuevo ardid, como si nada hubiera pasado, para hacer pagar los platos rotos a millones de personas para las que el automóvil, dada la nula atención al transporte público, es única opción de movilidad.
Nada hizo Mancera Espinosa en estos casi tres meses transcurridos desde la alerta del pasado 5 de abril que disparó un programa de urgencia ambiental. Habló de “chatarrización” de microbuses y de necesidades financieras macro millonarias para atacar el problema; pero los 30 mil microbuses, el trasporte de carga y los vehículos oficiales siguen envenenando ostensiblemente la atmósfera.
El fracaso de la política ambiental metropolitana es evidente. Hemos padecido de todo. Y de nada han servido el Hoy No Circula “tradicional”, ni el “doble”, el “sabatino”, el “ampliado”, el “emergente”, el “endurecido” ni el “parejo”.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en junio de 2015 que determinó mediante un juicio de amparo el acceso a los hologramas “1” y “0” en función de las emisiones de cada vehículo, independientemente de su antigüedad, obligó al gobierno de la Ciudad de México a echar marcha atrás y abrir la posibilidad a un millón y medio de automovilistas que pudieron volver a usar su vehículo sin restricciones.
El también mal llamado programa “emergente” con que el gobierno de la CDMX y la dichosa CAMe trató en enfrentar las contingencias climáticas de la calurosa primavera, llevaron a las autoridades a plantearse la necesidad de un proyecto integral para un problema que afecta la salud de millones de capitalinos. Entonces se trabajó, se supone que arduamente, en una Norma Emergente de Verificación Vehicular. Se nos dice que es la primera de 168 medidas contempladas por la CAMe para combatir el problema y que tendrá una duración de seis meses, por lo pronto. Porque luego podría extenderse a un año y finalmente ser adoptado como Norma Oficial Mexicana, con vigencia en todo el país.
En realidad, la mentada Norma –que entra en vigor justo este viernes 1 de julio– es una nueva trampa. Los genios encontraron la forma de sacarle la vuelta al fallo de la Suprema Corte y establecen condiciones para vetar de entrada otra vez a los vehículos anteriores a 2006 la posibilidad de aspirar a obtener un holograma “0”. Para ellos serán únicamente el “1” y el “2”.
Mancera Espinosa mintió de nuevo al referir tramposamente que a partir de hoy queda concluido el Hoy No Circula “emergente” y los autos volverán a circular como antes… No dijo que sólo por un rato, en tanto les llega su turno de verificación. El mismo advirtió que la nueva “va a ser una verificación mucho más estricta y estarán circulando en la ciudad, a partir de estos nuevos protocolos, los autos que verdaderamente cumplan con las normas ambientales”.
La Norma consiste, según el galimatías oficial, en “actualizar los procedimientos de verificación vehicular a tecnología mecatrónica, conocida como Sistema de Diagnóstico a Bordo (OBD, por sus siglas en inglés), incorporada desde hace 10 años por la industria automotriz en México”. Y, claro, reducir los límites de emisión de los vehículos con más de 10 años de antigüedad en un 75% a vehículos a gasolina; al transporte público y de carga en un 40% (diésel).
Al comenzar la aplicación de la nueva Norma, se explica, se desactiva el programa Hoy No Circula “parejo”; es decir, se regresa al esquema tradicional en el que los vehículos con holograma “0” y “00” circulan todos los días, incluyendo los sábados. Lo que no se dice es que a medida que les toque verificar, se irán excluyendo de esa posibilidad a los autos considerados viejitos. Otra vez. Sólo les quedará, si bien les va, el holograma “1” con el que descansarán un día a la semana y dos sábados al mes, o el “2”, con el que no podrán circular un día a la semana y ningún sábado.
Al mismo tiempo, se ofrece que los autos nuevos disfrutarán de cuando menos cuatro años de holograma “00”, para circular sin restricciones. Otra vez el señuelo, que ya provocó en dos ocasiones un incremento notable del parque vehicular, por la obtención de coches nuevos. Lo harán seguramente quienes puedan. Volverá a incrementarse el número de autos. Y finalmente las nuevas medidas quedarán neutralizadas.
Eso no le quita el sueño a Mancera Espinosa, por supuesto. Simulador profesional, es capaz –como lo vimos apenas este miércoles– de viajar en helicóptero al municipio de Los Reyes la Paz y tras aterrizar en un baldío y abordar un taxi eléctrico para trasladarse apenas 30 metros y fingir que así llega a un evento en los talleres de la línea “A” del Metro. O decir que le preocupa el sufrimiento de millones de personas que tienen que viajar condiciones infrahumanas. El jefe de Gobierno habrá ganado otra vez el apoyo entusiasta de los fabricantes y distribuidores de automóviles, como tiene ya el de los desarrolladores inmobiliarios. La campaña presidencial, como dicen los expertos, requiere tres ingredientes: dinero, dinero y más dinero. Válgame.
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