México es uno de los países más importantes en la producción de sal a nivel mundial; aunque China, Estados Unidos e India encabezan la lista, nuestro país ocupa el noveno lugar entre Brasil y Australia y, orgullosamente, para extraerla ocupa uno de los procesos ancestrales más apreciados por los expertos culinarios. Lo mejor: esta sal mexicana es ideal para personas con diabetes.
Slow Food, de acuerdo con su sitio web, dio el Baluarte de Sal de Tierra a la comunidad de Zapotitlán Salinas, localizada en la Reserva Natural Tehuacán–Cuicatlán, Puebla, de donde es preciada su sal fósil formada hace unos de 50 millones de años, lo que la hace baja en sodio, ideal para personas con problemas de presión alta y diabéticos.
Aunque otros estados de México son importantes en la producción de sal como Baja California Sur, Yucatán y Nuevo León; en Zapotitlán Salinas la sal se extrae de manera muy ancestral.
“La sal se elabora dos veces al año. El primer periodo va de marzo a mayo, estación cálida antes de la llegada de las lluvias, durante la cual la producción es más rápida y da mayor rendimiento.
“El segundo periodo va de octubre a febrero, luego de las lluvias, donde el calor es menos intenso y la evaporación más lenta. El proceso de producción lleva alrededor de un mes. Conocida como sal de arroba y rica en sulfato de sodio y potasio, esta sal es utilizada para alimentar a las cabras de la región”, según Slow Food.
Se sabe que actualmente hay alrededor de 60 productores de entre 50 y 60 años; sin embargo, a muy pocos jóvenes les ha interesado continuar con la labor de la sal debido a que la sal es vendida a precios muy bajos, pese a que la extracción y el procesamiento son muy laboriosos.
Así es la sal: es un compuesto iónico cuya fórmula química es NaCl. Por cada gramo de sal, alrededor de 40 por ciento (39.337%) se compone de sodio (Na) y cerca de 60 por ciento (60.663%) es cloruro (Cl), cita la Asociación Mexicana de la Industria Salinera A.C
“El proceso de producción lleva alrededor de un mes. Conocida como sal de arroba y rica en sulfato de sodio y potasio, esta sal es utilizada para alimentar a las cabras de la región”, señala Slow Food.