En el municipio de Coacalco se vislumbra la salida de la corporación del comisario Dagoberto Serrato Maya, tras no aprobar el examen de certificación que impone el gobierno del estado a los titulares de determinadas áreas de la administración municipal.
Pero, además como carece de la autoridad para regular y frenar el incontrolable abuso de autoridad de los elementos de la policía, al estar sólo como figura decorativa, pues ya prepara maletas.
Los elementos de la policía trabajan bajo las órdenes del hermano incómodo del alcalde, Rogelio Castelán, quien impone las cuotas, las comisiones, es decir mantiene el control de la policía municipal y del personal de la oficialía Conciliadora.
Y por supuesto, los elementos de la policía para sacar los “entres”, tienen que fabricar delitos y faltas administrativas a la población, y cumplir con el “patrón”.
La colecta está en su máximo esplendor, las reformas del nuevo sistema penal acusatorio, son de mero trámite en Coacalco, aquí los ciudadanos que se topan con la policía son culpables hasta que no demuestren lo contrario.
En el municipio de Coacalco gobierna el abuso de poder, “la tranza”, no sólo de políticos corruptos, sino también se conjunto parte de esa élite retrograda del magisterio que compartió con el PRI “esos años dorados de impunidad” y no los quieren olvidar.
Aunque, se vislumbran tiempos de cambios, es urgente que las autoridades estatales asuman medidas emergentes para evitar permee el descredito en otra administración priísta, donde la familia del alcalde usa el poder y la administración municipal como trampolín de enriquecimiento, abuso e impunidad.
Pero, además “Los cabecillas de la administración” se rodearon de elementos de la policía con el perfil de lo más obscuro y tenebroso, para alcanzar el objetivo económico que los mueve al interior del gobierno de Coacalco.
Resulta innegable que la administración que encabezó el ex alcalde Roberto Ruiz Moronatti será como una cosa niños comparados con la que preside Erwin Castelán.