La mañana de ayer, alrededor de 250 migrantes que llegaron durante los primeros minutos a esta ciudad; esperaron en las inmediaciones de la autopista Córdoba-Puebla que algún camionero les ofreciera un “aventón” al estado de Puebla, ya que nadie les quiso proporcionar alimentos.
El contingente, parte de la Segunda Caravana de Migrantes, llegó a las 00:30 al Complejo Deportivo Orizabeño (CDO) ubicado en la colonia Rincón Grande, sin embargo los integrantes de La Pastoral Social de la Diócesis de Orizaba, no quisieron proporcionar alimentos.
Los adultos, jóvenes, mujeres, niños y bebés, que forman parte de este grupo, fueron acompañados por el delegado regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) Manuel Sánchez Hernández, quien ordenó la compra de tamales y atoles para desayunar debido a la negativa de los grupos religiosos y autoridades locales de proporcionar agua y alimentos.
De igual manera el Ayuntamiento local, se deslindó de la ayuda humanitaria para estos migrantes, por lo que a las 07:00 horas los centroamericanos decidieron emprender su camino, ya que llevaban más de 12 horas sin recibir alimentos ni hidratación.
Aunque divididos pero en grupos pasó la segunda caravana por la zona de Córdoba para alcanzar más rápido su objetivo: el sueño americano, y por seguridad optaron por no separarse.