Hace unas semanas una encuesta de Reforma evidenció que la gente se puso esperanzada con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. En dicha encuesta, se mostró que el 62% de la población tiene una opinión “muy buena o buena” de AMLO, contra solamente un 12% que posee una “muy mala o mala”.
En dicha encuesta, también se evidenciaba que la gente piensa que la economía mejorá, que la educación al igual que los servicios, tendrán pronto mejor calidad. En fin, le apuestan a que la vida en México, con AMLO, será mejor.
Esta encuesta viene a ser reafirmada por esa cosa que llaman Índice de Confianza del Consumidor (ICC). Este dato que hace el INEGI y el Banco de México que mide el optimismo de la gente en su economía, muestra que en julio de este año hubo un aumento “histórico” que colocó confianza de los mexicanos en la economía de su país en niveles de 2008 (fecha en que no se habían sentido los efectos nocivos de las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto).
Este índice indica que la confianza de la gente en AMLO es abrumadora.
Muchos economistas no se explican bien por qué el ICC creció tanto, pues el PIB se contrajo y hay “presión” en la inflación. La respuesta es fácil: el efecto de la confianza es atribuible netamente al triunfo de AMLO y a que la gente realmente piensa que con él le irá mejor.
Esto es muy interesante, pues viene a tumbar todas esas ideas absurdas que mencionaban que con AMLO la economía se iría al carajo, estaríamos mal y todo se vendría abajo.
Lo que ha logrado AMLO es algo muy importante: le regresó la confianza a la gente. No solamente la confianza en que irá mejor en la economía, sino la confianza en el país, en que los grandes problemas que tenemos, esas tragedias cotidianas que nos llenan todos los días, pueden irse solucionando.
Regresar esa confianza a la gente, sin duda, era un paso necesario para comenzar a cambiar las cosas. Sin esa esperanza, difícilmente se podría comenzar esa gran transformación que plantea AMLO.
Es digno de mencionar que el logro fue rápido y no se necesitaron campañas publicitarias ni un gasto enorme en marketing político. AMLO lo logró con trabajo, con acción, con mostrar que trae la energía puesta en arreglar al país. Y ojo, apenas lleva como candidato triunfador (ni siquiera como presidente electo) un mes con seis días.
Y sí, ya hizo cosas dignas de mencionar: ya tiene logros importantes como presidente de México sin haber aún tomado protesta.