“Yo he visto, y no es que yo quiera ofender a nadie, pero veo como a tres o cuatro representantes de la izquierda que son indígenas, y que sólo por la cuota de tener un indígena y las señoras no saben escribir, no saben leer, no saben nada. Ni siquiera cómo defenderlos. Entonces para qué quieres ahí una representante indígena cuando ni siquiera sabe cuáles son sus derechos”.
Lo anterior lo declaró el diputado del PRI, Benjamín Medrano Quezada, ayer durante el programa A tiempo, conducido por Francisco Elizondo, cuando desarrollaba las justificaciones priístas de porqué es necesario eliminar legisladores que hayan llegado a la Cámara por la vía de la representación proporcional o plurinominal.
Esta manifestación discriminatoria fue lanzada luego de defender a la actriz Carmen Salinas, quien es diputada plurinominal por el tricolor, al expresar que “Carmelita Salinas si quiera sabe leer y escribir, actúa y tiene una carrera y una profesión”.
Ante el arrebato, el periodista Elizondo interrumpió para señalar que “no es que estés en contra de la representación indígena”, a lo que el priísta contestó “no, no, hemos abierto tanto la democracia en este país que al rato vamos a pedir representatividad no sólo los homosexuales, sino también los migrantes, las prostitutas y todos”.
Como es posible advertir que se ha hecho en diversos medios de comunicación en los últimos días, este miércoles se le abrió el espacio radiofónico a Medrano Quezada para promover las pretensiones priístas de suprimir diputados plurinominales y eliminar el presupuesto público para los partidos políticos.
Así, el actual legislador priísta, quien fuera también diputado local por el PT, reprochó a “aquellos vividores” que migran de un partido a otro sólo para mantener “su coto de poder”. Es por eso que proponemos, dijo, eliminar 200 diputados federales y 64 senadores de la República.
De igual manera, tratando de argumentar la intención del tricolor de eliminar las prerrogativas de los institutos políticos, comentó que “como en Estados Unidos, tendría que abrirse la posibilidad de que las empresas privadas también puedan aportar”.
Lo que está planteando el PRI, añadió, es que se legalice la posibilidad de que los institutos políticos puedan recibir dinero del sector privado y que esto se transparente, a fin de que esta práctica no suceda ya “por debajo de la mesa”.
Es importante destacar que este par de iniciativas priístas conllevan un gran riesgo previsto por analistas como José Merino y Gerardo Esquivel. A través de la red social Twitter se han hecho relevantes críticas a las propuestas. Por un lado, se ha explicado que de eliminarse las curules plurinominales, hoy el bloque oficialista del PRI, PVEM y Panal tendría más de 60 por ciento de los espacios en la Cámara.
Mientras que por otro lado, eliminar el financiamiento público a los partidos promovería una plutocracia, en donde quien más dinero tenga, más influencia y poder acaparará. Esto, sin contar los ya escandalosos casos de conflicto de intereses que existen en el actual Gobierno Federal, y que, con esta propuesta, podrían multiplicarse.
“El problema no es financiamiento, es fiscalización. El problema no son pluris, es representación. Quieren dar soluciones creando problemas”, sintetizó Merino en Twitter.