Con sus bonos, dietas y prestaciones, mantener a los 1,124 diputados locales le cuesta a los mexicanos 13 mil 551 millones de pesos, gasto que hacen los 739 municipios de la nación, informó el periódico Excélsior.
Los congresos locales más caros son los de Ciudad de México, Michoacán y Jalisco.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informa que el presupuesto por diputado es superior al de la Cámara de Diputados.
Ante este panorama, el director general de IMCO, Juan Pardinas, comentó: “Cuando vemos a personajes como Javier Duarte en Veracruz, Cesar Duarte en Chihuahua, Tamaulipas o Nuevo León son quienes aprovecharon las debilidades institucionales, y una de ellas es la tenue o ausente división de poderes, si tuviéramos mayores contrapesos en los congresos, ellos serían menos improbables en el paisaje político de México”.
“El Congreso no aplica para sí mismo las obligaciones que le está exigiendo a otros poderes y a otras entidades de gobierno. Solo 13 de 32 estados presentan su proyecto de presupuesto de 2017, vía solicitud de información”, agregó el funcionario.
Como las facultades de fiscalización están a cargo de los poderes legislativos de modo discrecional y opaco, la corrupción tiene un terrero fértil que impide la correcta división de poderes y el contrapeso frente a los gobiernos estatales.
Por otra parte, los congresos locales, a pesar de que tienen en su mayoría más de veinte comisiones, menos de la mitad sesionan ordinariamente.