Cuántos de nosotros no consumimos con frecuencia, dada la gran cantidad de locales de comida rápida que existen en la ciudad, papas fritas. Bien se pueden encontrar, casi obligatoriamente, en las hamburguesas, solas y en otros alimentos, según los gustos de cada quien. Pero, ¿sabes qué ingredientes son los que verdaderamente se encuentran en las papas fritas que te comes?
Aceite de palma: aumenta las grasas malas
Ingrediente constante no sólo en las papas fritas, también en los panes, cereales, champús, lápices de labios, velas y detergentes, entre otros, según informa el Foro Mundial de la Naturaleza. “En la industria alimentaría se ha vendido como sustituto de las grasas hidrogenadas, pero no es el más adecuado pues contiene un alto porcentaje de grasas saturadas que perjudican la salud”.
Aceite de soja hidrogenado: no apto si tienes cardiopatías
El problema con este compuesto se encuentra en su proceso de hidrogenación, el cual produce ácidos grasos trans. Además, en 2012, investigadores de la Universidad de Chile manifestaron que “existen suficientes estudios que apoyan la recomendación de la disminución de ácidos grasos trans derivados de la hidrogenación de aceites para la prevención de enfermedades”.
Dextrosa: azúcar para dar color
Es otra forma de la glucosa que “favorece a largo plazo la diabetes tipo 2 y la obesidad. Debe evitarse en la alimentación como otro tipos de azúcares de absorción rápida”, explica Luis Miguel Luengo, vocal del área de Nutrición de la Sociedad Española.
Levadura: un microbio en las patatas
El Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación la define como “un pequeño microbio de características vegetales que se utiliza para hacer crecer la masa del pan y elaborar bebidas alcohólicas”.
Pirofosfato ácido de sodio: todo depende de la cantidad
La información nutricional de las principales cadenas indica que se utiliza para preservar el color natural. Diversos especialistas afirman que este ingrediente en grandes cantidades puede provocar malestares digestivos y llegar a modificar el equilibrio en el organismo de calcio y fósforo.