El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió hoy la legitimidad de los bombardeos selectivos sobre instalaciones químicas en Siria y argumentó que la operación era “indispensable para recuperar la credibilidad de la comunidad internacional”.
En una entrevista televisada de más de dos horas y media en horario de máximo audiencia, Macron aseguró que la ofensiva conjunta con el Reino Unido y EE.UU. “fue un éxito desde el plano militar” y que no supone que Francia “haya declarado la guerra a Siria”.
“Actuamos para que no se viole más el derecho internacional, así como las resoluciones de la ONU”, señaló Macron, quien recordó que en septiembre de 2013 el Consejo de Seguridad aprobó una resolución que autorizaba el uso de la fuerza en caso de uso de armas químicas en Siria.
Para el francés, tras el último ataque supuestamente con cloro en Duma, el pasado 7 de abril, “habíamos llegado a un momento en el que el bombardeo era indispensable para poder devolver la credibilidad a la palabra de la comunidad internacional”.
“Tuvimos éxito en el plano militar: todos los misiles lanzados alcanzaron sus objetivos, las capacidades químicas del régimen sirio han sido destruidas y no hubo ninguna víctima colateral”, dijo.
En una entrevista con varios momentos de gran tensión, el mandatario preguntó a sus dos entrevistadores: “¿Han escuchado que hayamos declarado la guerra a Bashar al Asad? No, ésa es la diferencia respecto a lo que se hizo en Libia o en Irak”.
Macron se vanaglorió de haber convencido a su homólogo estadounidense, Donald Trump, de mantener su presencia militar en Siria para combatir al grupo terrorista Estado Islámico, pese a que había anunciado hace sólo diez días que iba a retirar las tropas.
“También le convencimos de que había que limitar los bombardeos a las armas químicas, cuando se había embalado a través de los ‘tuits'”, agregó.
Para el mandatario, la ofensiva contra tres supuestas instalaciones químicas permitió también a los países occidentales “recuperar la credibilidad ante los rusos”, a quienes culpó por ser “cómplices” en el fracaso de la comunidad internacional de evitar el uso de ese tipo de armamento en Siria.
“Los rusos han bloqueado constantemente las votaciones (en el Consejo de Seguridad). Son cómplices. No han utilizado el cloro, pero han construido metódicamente la incapacidad de la diplomacia internacional”, lanzó Macron.
Cerrada por el momento la fase militar, abogó por dar un nuevo impulso a los esfuerzos diplomáticos para hallar una solución política negociada a la guerra siria.
Para esa “solución duradera”, habrá que contar con Turquía y Rusia, reconoció, y señaló que otro de sus objetivos en ese sentido es “sentar en la misma mesa al islam suní y chií”, en velada alusión a Arabia Saudí e Irán, respectivamente.
La entrevista de hoy era la primera aparición en público del presidente francés después de los bombardeos, su primera orden de calado en el terreno militar desde que ganó las elecciones presidenciales hace ahora un año.
El Parlamento francés celebrará mañana un debate, en una sesión sin voto, para abordar el bombardeo en el que participaron las Fuerzas Armadas francesas.
Buena parte de la oposición, desde la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon a la ultraderecha de Marine Le Pen, pasando por el líder de los conservadores, Laurent Wauquiez, se ha manifestado públicamente en contra de la intervención francesa y ha acusado a Macron de actuar a las órdenes de Estados Unidos.