Lo están charlando. Marcelo Ebrard entabló negociaciones con Higinio Martínez. No se sabe quién buscó a quién, pero el tema en la mesa no es otro que la situación del partido, el cual sufre una interna con el movimiento que diferentes sectores del partido activaron para desplazar a Yeidckol Polevnsky, aprovechando la inestabilidad que generó la candidatura de Miguel Barbosa en la elección en Puebla.
El canciller no sólo no está desahuciado -como lo aseguraron recientemente medios nacionales por el affair de la carta al rey de España-, sino que “está operando a full”. Su último interés se centró en el posible relevo de la dirección del partido marrón. Y es comprensible: en Morena se instaló la idea de que AMLO no intervendrá e incluso de que Polevnsky perdió la protección que traía antes de las presidenciales. ¿Los motivos? Un sinfín de rumores imposibles de comprobar.
Pero el escenario de revuelta es tan real que Ricardo Monreal le dio vía libre a Alejandro Rojas Díaz Durán. Gabriel García, el “monje negro” de Palacio Nacional, ya envía mensajes de presión y querría que la sucesora sea Bertha Luján.
En ese contexto, el senador y cacique de Morena en el Edomex ofrecería a Ebrard Casaubón una fórmula en común: él invitaría a Delfina Gómez para la Secretaría General, mientras que el sitio de la Presidencia sería un asunto sólo del canciller. La respuesta de Marcelo -narró el operador moreno- no fue sino pronunciar un nombre: Mario Delgado.
Yeidckol cree que Monreal acordó con Bertha Luján y Gabriel García para correrla de Morena
El líder marrón en San Lázaro fue de los pocos experredistas que no se unió a la ola de pesquisas por la Línea 12 que promovieron el mancerismo y Vanguardia Progresista. No traicionó a su antiguo jefe. Lo cual sigue valiéndole el respeto y respaldo del hoy titular de Relaciones Exteriores.
Sin embargo, el exsenador del PT no quita el dedo del renglón en pos de un futuro político protagónico en la Ciudad de México, y eso lo tiene claro Marcelo. De convencerlo, Delgado tendría unos años más de reflectores en el CEN de Morena que como diputado federal, además de que sortearía sin tanta polémica en torno suyo como en el Pleno de la Cámara de Diputados. Junto a la senadora Gómez Álvarez, la terna estaría equilibrada a su favor, tirador moreno de primer orden.
En cambio, Higinio podría recuperar el control de San Lázaro con el regreso del coordinador original de la bancada de Morena: Horacio Duarte. El subsecretario de Empleo también volvería a la grilla política y parlamentaria a la que demostró desde el INE una fidelidad casi sobrehumana. Yeidckol, entre tanto, sigue creyendo que otro acuerdo se podría tejer de último momento, como reveló LPO: un acuerdo entre Gabriel García y Ricardo Monreal.
Lo que se empieza disputar es la herramienta para instalar candidaturas en todo el país, en un momento en donde la marca Morena está a tope de imagen positiva. De fondo, desde luego, son las primeras batallas por un botín mucho más grande. El 2024 se observa lejos, muy lejos, pero muchos ya lo traen en mente. López Obrador dijo que no se meterá en la vida partidaria. Pero la mayoría sabe que, en rigor, será el gran factor decisivo en la definición de la nueva dirigencia.
Con información de lapoliticaonline.com.mx
