El Gobierno mexicano requerirá 400.000 millones de pesos adicionales (casi 18.000 millones de dólares) para afrontar la crisis por COVID-19, estimó este miércoles José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Esto se debe al efecto de la pandemia sobre las finanzas públicas y la economía de México, con una contracción estimada para 2020 de 6,5 % del PIB, argumentó De la Cruz, presidente de la Comisión de Estudios Económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN).
Para el año próximo, el monto necesario será 600.000 millones de pesos (casi 27.000 millones de dólares) más que lo presupuestado este año para cumplir con la recuperación económica y la regeneración de empleos, añadió el experto.
“Esos recursos no van a salir de la economía si no hay el crecimiento que se requiere, de cuatro puntos porcentuales cada año”, advirtió el director del IDIC.
El especialista participó en el evento “Y después del COVID-19, ¿qué?”, organizado por la CONCAMIN con la participación de Alfonso Ramírez, presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido en el gobierno.
El economista reiteró que el número de pobres por ingresos podría crecer en 12,11 % hasta los 68,5 millones de personas este año por la pandemia, que ha dejado 74.560 casos y 8.134 muertos confirmados por COVID-19 en el país.
“¿Esto qué implica? Que al final del día tenemos un problema que vamos a tener que enfrentar porque el país está viviendo la novena recesión en menos de 40 años”, comentó De la Cruz.
Francisco Suárez, miembro del consejo del IDIC, criticó el “estímulo raquítico” menor al 1 % del PIB que ha destinado el Gobierno mexicano para afrontar la crisis.
El experto consideró que México necesita un paquete económico equivalente al 5 % del PIB para sortear la crisis.
“La nueva política del presidente (Andrés Manuel López Obrador) en la época del coronavirus simplemente comete muchos errores, va a contracorriente de lo que están haciendo los principales países”, opinó el exembajador de México en Canadá.
Como dos propuestas fundamentales, Suárez pidió un seguro de desempleo y un ingreso básico de emergencia.
Alfonso Ramírez argumentó, como lo ha hecho el presidente, que México cuenta con poco espacio para endeudarse, pues los pasivos como proporción del PIB están ya en cerca del 50 %.
El también diputado lo atribuyó a la “pobre recaudación fiscal” heredada de las administraciones anteriores, por lo que argumentó que debería discutirse una política fiscal progresiva a partir del 2020.
“No puede seguir la complicidad y el consenso de un sistema tributario que trae como resultado la debilidad estructural del Estado mexicano para generar los mejores niveles de bienestar. Tiene que ponerse a debate”, aseveró el político.
Al calificar la propuesta como “provocadora”, Francisco Cervantes, presidente de CONCAMIN, coincidió en la necesidad de fortalecer un Estado de bienestar con base en una sólida política industrial, pero pidió discutir los detalles conforme progrese el año.