Miles de personas quieren beber el líquido del misterioso sarcófago hallado en Egipto

Escuchar Nota :
[responsivevoice_button voice="Spanish Female" buttontext="Play"]


Hace dos semanas, un equipo de arqueólogos encontró un sarcófago de roca negra enterrado bajo la ciudad de Alejandría. Cuando rompieron el sello para examinar su interior se encontraron los restos de tres momias flotando en un líquido rojizo. Aparentemente, ahora hay quién se lo quiere beber.

Era el sarcófago más grande hallado nunca en Alejandría y estaba sellado, lo que indicaba que su interior estaba intacto. Mucho se habló en el momento sobre maldiciones y hasta se barajó la posibilidad de que perteneciera a Alejandro Magno o a alguno de los gobernantes que le sucedieron. Desgraciadamente, no va a ser fácil averiguarlo. Al abrirlo descubrieron que no estaba intacto. El sarcófago reposaba oculto en el subsuelo de la ciudad (apareció en un terreno en obras). En algún momento de la historia reciente, una tubería de alcantarillado se rompió cerca y el agua sucia se filtró al interior del contenedor de piedra, inundandolo.

En definitiva, el líquido rojizo en el que flotan las tres momias es una mezcla de aguas fecales con el caldo putrefacto que haya podido derivar de tres cadáveres momificados disolviéndose durante décadas. Cuando lo abrieron, la revista estadounidense TIME preguntó por la naturaleza del líquido al Ministerio de Antigüedades Egipcio, quien especificó que se trataba de aguas sucias.

Se ve que las aclaraciones no han sido muy convincentes, porque ahora mismo hay una petición en la plataforma Change.org para que el Ministerio permita a quien lo quiera dar un sorbo del caldo rojo.

La petición la ha iniciado un desarrollador de videojuegos escocés llamado Innes McKendrick. La descripción y los mensajes de McKendrick y de muchos de los firmantes dejan bastante claro que se trata de una enorme broma macabra, pero es imposible no leer los mensajes de la página de la campaña en Change y obviar a las miles de personas que han firmado esta petición.

Los arqueólogos han retirado los cráneos para su estudio y el sarcófago ha sido sellado de nuevo a la espera de extraerlo para examinar los demás restos. Sólo falta que un operario avispado saque un poco de líquido y lo ponga en venta. Aún estamos a tiempo de poner en marcha una plaga bíblica que haría palidecer al mismísimo Moisés.

Comenta con tu cuenta de Facebook