Pese a convalecer de Covid-19, el diputado “sin partido”, Jesús Martín del Campo, presentó una iniciativa para reformar la Ley de Voluntad Anticipada e incorporar conceptos indispensables para el óptimo tratamiento con cuidados paliativos, así como de los derechos del paciente en estado terminal.
Para ello, el militante de Morena –porque sigue perteneciendo a ese partido–, impulsa adicionar un capítulo sexto a dicha Ley, referente a los derechos de los enfermos en situación terminal, entre los cuales se encuentran: recibir atención médica integral e ingresar a las instituciones de salud cuando requiera atención.
Además, dejar voluntariamente la institución de salud en que esté hospitalizado; recibir información clara, oportuna y suficiente sobre las condiciones y efectos de su enfermedad, así como los tipos de tratamientos por los cuales puede optar según la enfermedad que padezca.
La propuesta -que fue turnada para su análisis, discusión y dictaminación a la Comisión de Salud del Congreso capitalino- contempla también dar su consentimiento informado por escrito para la aplicación o no de tratamientos, medicamentos y cuidados paliativos adecuados a su enfermedad, necesidades y calidad de vida.
De igual forma, solicitar al médico que le administre medicamentos que mitiguen el dolor, además de renunciar, abandonar o negarse en cualquier momento a recibir o continuar el tratamiento que considere extraordinario.
Asimismo, podría designar a algún familiar, representante legal o persona de su confianza, para el caso de que, con el avance de la enfermedad, esté impedido a expresar su voluntad, lo haga en su representación.
El morenista resaltó en su iniciativa, “es importante entender que la voluntad anticipada no prolonga ni acorta la vida, respeta el momento natural de la muerte y favorece la atención y los cuidados al final de la vida; es decir, ofrece acompañamiento al paciente sin intervención médica durante esta última etapa”, dijo.
Explicó que la voluntad anticipada, “no es lo mismo que la eutanasia”, pues regula la ortotanasia; es decir, la actuación correcta ante la muerte por parte de quienes atienden al que sufre una enfermedad incurable o en fase terminal.
Martín del Campo sostuvo que en la Ciudad de México, las mujeres, los solteros y las personas mayores, son los más interesados en tener una muerte digna si padecen una enfermedad terminal.
Estima que 60% de las solicitudes de voluntad anticipada, son firmadas por personas que tienen de 61 a 80 años de edad, y de ellas 64% son mujeres.
Detalló que de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), en un informe realizado en el año 2019, la esperanza de vida de los mexicanos es de 75.1 años en promedio; y de acuerdo con las proyecciones, considera que para el año 2030 la esperanza de vida será de 76.7 años.
Sin embargo, el cáncer, la diabetes y sus enfermedades asociadas, son responsables de casi 50% de la mortalidad en el país, principalmente en las ciudades, aunque también ya es un problema en zonas rurales, principalmente entre las mujeres.