Atentamente
El Barrio.
Bueno, para ubicarte un poco te voy a contar algo de la obra de Carlos Fuentes, “Cristóbal Nonato”. Ahí te describe a detalle. Me late que eres igualito al candidato a senador, aquél que se echó un discurso en el atrio de la iglesia del pueblo y que, al terminar, se sorprendió porque nadie aplaudió. Molesto preguntó:
-“¿Por qué estos pinches indios no aplauden?”. El padre alcanzó a contestar: “porque ninguno habla español”-.
No, no te rías, parece que lo haces de nervios. Tanto gastar en tu educación para que salgas con tus mamadas. La neta la cagas. Me apena por tus jefes, ellos no tienen la culpa de tus pendejadas.
Ahí te va lo que es el barrio. Siguiendo con la obra del maestro Fuentes también te cuento que el mismo cabrón que se parece a ti, andaba por el jardín, uno grande como la Alameda, la que pintó el gordo Diego Rivera, cuando de pronto escuchó a un niño vendiendo frutas que cargaba en un canasto. El morro pregonaba:
-“peras, naranjas y higos; peras, naranjas y higos”. En un acto de generosidad cultural, el hombre se le acercó al niño y le dijo con certeza gramatical: -“Hey tú, chamaco, no se dice peras, naranjas y higos; se dice peras, naranjas e higos. El jovencito, miró al hombre y respondió: “cállese viejo pendejo e hijo de la chingada”-.
Con esto, me parece que es suficiente para decirte que no todos pueden hablar del barrio. Ese es un pedazo de tierra que nos pertenece, ahí nacimos, crecimos, resistimos y seguimos resistiendo a personas como tú que creen que tomarse una caguama o echarse un alcohol los hace pertenecer a aquello que desprecian, que ignoran y ofenden con su riqueza, en más de las veces mal habida. Los de tu clase, suponen que son gentes decentes porque viven en una casa grandota, con servidumbre que viene de las colonias populares o pobres, porque estudiaron en escuelas particulares y en el extranjero. Solo que ahora están enojados porque “el peje” ya los encueró y los ha puesto de patitas en la calle. Son unos verdaderos rateros, que se creían muy, muy, pero están de mierda hasta el cuello. No les bastó con explotar al pueblo, de pagar sueldos de miseria; ¡no chinguen, se embolsaron lo que pudieron! Tranzaron a manos llenas; lo peor es que ese dinero se lo llevaron a bancos extranjeros, a los llamados paraísos fiscales. De verdad no mames, a poco crees que nos convencen tus palabras sobre el barrio.
No sé quién te dijo o te pagó para que escribieras tanta pendejada. Si lo hiciste por iniciativa propia estás más güey todavía. Ese “vas, carnal” acá en el barrio se conoce por la canción de Gerardo Reyes de hace algunas décadas. Por cierto deberías escuchar dos que tres canciones de ese “compa” pa´que te ubiques. La neta vas aprender de a madres. Ta chida la rola.
Ya vas carnal, échame un rait en tu moto,
Que esta pena no soporto, ya no la puedo aguantar.
Tú crees carnal, que la chava que más quiero, se fugó con otro ñero
Que acabo de presentar.
Tú crees carnal si mi vida no retoña
Todos los de mi coloña se van a burlar me cai
Ya vas carnal
Pero no vale la pena te juego hasta mi melena que esa chava volverá.
….
-No, no te la voy a poner fácil. Busca la canción y completa la frase. Al menos vas a escuchar, algo de lo que barrio canta cuando anda alegre. Te pueden completar el curso intensivo otras rolitas chingonas como “el hijo del pueblo”, “Puño de tierra” y la que nos hace casi llorar cuando ya andamos medios pedos, “Sin fortuna”, también de Gerardo Reyes. Si eso te parece un exceso, algo demasiado fuerte para tus oídos, por lo menos, busca y platica con Tomás Mojarro para que te dé una buena orientada, pero te advierto que corres el riesgo de desesperarlo y, en una de esas, te mande a la chingada por culero; o, más fácil, escucha a Chava Flores que es más didáctico para ojetes como tú-.
-Ya entrados en recomendaciones, date una vuelta a los locales de libros viejos o en algún tianguis y busca la revista de la “Familia Burrón”, los libros de Rius, o ya de plano el “Filósofo de Güemez”-.
Nada más te advierto cabrón, si vas al tianguis de la San Felipe de Jesús no vayas a salir con tus jaladas y pidas tacos de rivai, niuyork o de arrachera. De por sí, ¡todos te quieren poner una madriza!
Aunque te encabrones valedor, en el barrio rifa otro pedo. Mis viejos ya están vacunados. La neta a ti, no te puedo tirar una esquina.