Ayer jueves, en paralelo a que se desarrollaba la huelga de trabajadores de Telmex por un reclamo sobre los fondos de pensiones, fueron atacadas al menos cinco instalaciones de la compañía en la CDMX que son necesarias para el servicio de internet y telefonía.
La empresa lleva la situación con mesura pero, todos los señalamientos apuntan a Ricardo Salinas Pliego, que buscaría aprovechar la huelga de los más de 50 mil empleados de Carlos Slim para ganar terreno con su firma Total Play.
Los sabotajes a Telmex no son algo novedoso pero en los últimos meses se han incrementado. En Puebla hay reportes de hasta cuatro sabotajes diarios pero también en Veracruz, Edomex y diversas zonas del Bajío. Ayer jueves la práctica apareció de lleno en la CDMX.
Los dos magnates viven momentos díscolos. Mientras Slim afronta la primera huelga desde que Telmex fue privatizada por Carlos Salinas de Gortari, el dueño de TV Azteca vacaciona en un yate en el mar Mediterráneo, según el mismo presume, alegre, desde sus redes sociales.
La relación entre ambos nunca ha sido afable y en Grupo Salinas suelen culpar a Slim de los articulos negativos que se publican en Grupo Reforma sobre los negocios de Salinas Pliego. También se cree que Slim ha dañado la reputación del dueño de Elektra en Estados Unidos.
Andrés Manuel López Obrador se pronunció sobre la situación en su conferencia de hoy viernes: «Deseo que se pongan de acuerdo los telefonistas con la empresa… que haya acuerdo, que se concilien, que si están así, que se corran, que aporten los dos y yo lo deseo porque es una empresa mexicana y lo deseo en beneficio de los trabajadores y se tiene que conciliar. Tengo mucha confianza porque Carlos Slim es una gente sensible, sabe que son otros tiempos».