El presidente mexicano ha dejado en claro que se vienen 1,350 sucursales del Banco de Bienestar. Con esta misión, el obradorismo busca generar banca en zonas difíciles en el país, en poblados donde la banca privada no tiene interés en estar presente. Con el nuevo anuncio, la Coparmex estalla diciendo que el gobierno no puede competirles en tema de sucursales bancarias.
La construcción de estas sucursales estará a cargo del ejército, al mismo tiempo que serán los únicos responsables del envío de dinero. El Banco de Bienestar promete llegar a zonas complicadas del mapa nacional, además de ser el vehículo oficial para la entrega de apoyos sociales (para evitar que terceros metan la mano y el dinero no llegue completo a los ciudadanos).
López Obrador dejó en claro que la banca privada ha evitado tocar ciertas zonas del país, además de abusar de sus usuarios con comisiones elevadas. En más de la mitad de las cabeceras municipales no están presentes los principales bancos que operan en México, aseguró el presidente, destacando que justo ahí es en donde los bancos paraestatales tendrán su mayor importancia.
Gustavo de Hoyos ha llamado a esta expansión una “competencia desleal”. Para el líder del patronato mexicano, el gobierno está para regular pero no para competir en cuestión de banca y servicios financieros. La rápida creación de sucursales del Banco de Bienestar será un claro ataque desleal a bancos tradicionales como Santander, Banamex, BBVA, entre otros, asegura Hoyos. El presidente destaca que estos bancos a crear no cobrarán comisiones tan elevadas, el resto lo decido el consumidor.
El presidente de Coparmex acusó que 3 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar se establecerán en las zonas con menor flujo de recursos y esto únicamente lograría que se dispersarán cientos de miles de millones de pesos que son destinados a los programas sociales como a otros servicios financieros.