“He llegado al país de la mordida”, escribió el “Che” a su tía Beatriz semanas después de exiliarse en México. El doctor Ernesto Guevara de la Serna llegó a nuestro país el 21 de septiembre de 1954.
Su sueño de estudiar en París no se concretó. El exilio era una pausa en su alma viajera, porque después de recorrer parte de América Latina deseaba llegar a Europa y Asia, escribió el guerrillero a sus padres que se encontraban en Argentina.
Antes llegar a México viajó por el Amazonas al lado de su amigo Alberto Granados. En Guatemala participó en la defensa civil donde fue acusado de comunista por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
A 52 años de su asesinato, en Mochilazo en el Tiempo recordamos los lugares que él recorrió cuando nos gobernaba el presidente Adolfo Ruiz Cortines y nos transportábamos en tranvía por la ciudad.
El primer lugar donde trabajó fue en Chapultepec. Con una cámara colgada al cuello, el guerrillero argentino y Julio Roberto Cáceres, “El Patojo”, caminaron por el parque en busca de clientes para sacarles un retrato que vendían en un peso por copia, de acuerdo con el libro: “Che Ernesto Guevara, una leyenda de nuestro siglo”, de Pierre Kalfón.
A las tres semanas de su estancia en capital, y por recomendación, empezó a trabajar como ayudante en el Servicio de Alergología del Hospital General, en la colonia Doctores. “Ya he andado en México lo suficiente para darme cuenta de que la cosa aquí no será fácil”, carteó a su padre Ernesto Guevara Lynch, en 1954.
En 1955 la población mexicana rebasaba los tres millones y fue en los primeros meses de este año que fue contratado como editor y fotógrafo de la agencia Latina para la cobertura de los Juegos Panamericanos celebrados en México.
En el número 49 de la calle José Emparán, en la colonia Tabacalera tuvo su primer encuentro con el cubano exiliado Fidel Castro, en julio de 1955. En este lugar vivió la cubana María Antonia González Rodríguez, casada con el luchador Dick Medrano. En su departamento se refugiaron varios cubanos que participaron en el asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953.
En dicha fecha el abogado Fidel Alejandro Castro Ruz se levantó en armas en Cuba e inició el movimiento liberador contra Batista. El 15 de mayo de 1954 fue detenido y sentenciado por el Tribunal de Cuba.
De su encuentro con Castro, el Che escribió en sus memorias: “Charlé con Fidel toda una noche y al amanecer ya era el médico de su futura expedición”.
Para recordar el primer encuentro entre los guerrilleros, en marzo de 2014 las autoridades delegacionales colocaron una placa en la fachada color guinda de Emparán 49.
El café La Habana.
Las reuniones entre Fidel Castro y el “Che” Guevara en el Café La Habana se han vuelto una leyenda. En este lugar no hay una sola imagen que muestre las tertulias entre los revolucionarios, ni de otros visitantes como Gabriel García Márquez o el poeta León Felipe. El único testimonio es una placa conmemorativa que se encuentra ubicada en su entrada.
El señor Ricardo Mendoza Mendoza, empleado de este lugar, comenta que en los alrededores había casas donde Fidel Castro almacenaba armas. “Si acaso Fidel y el ‘Che’ estuvieron aquí fue menos de diez minutos quizá, porque Castro era vigilado por las autoridades cubanas, mexicanas y norteamericanas”.
Hay otros testimonios de que ellos sí se encontraron en la cafetería. La historiadora del arte, Veka Duncán, comenta en entrevista: “Mi abuelo iba al café La Habana como todos en esa época, lugar de reunión de los que trabajaban en la zona y él coincidió con los dos hermanos Castro y el ‘Che’. Nos contó que le daba mucha pena verlos sin dinero y les invitaba el café o el desayuno”.
Su abuelo fue el señor Fernando González de la Vega, uno de los fundadores del Novedades donde trabajó en el área comercial. Este periódico cerró sus puertas en el 2002 y sus instalaciones se encontraban en la esquina de Morelos y Balderas.
Su boda en Tepotzotlán.
Después de unos meses de estancia en la capital llegó la peruana Hilda Gadea con quien se casó el 18 de agosto 1955, en Tepotzotlán, Estado de México y tuvieron como invitados a Raúl Castro y otros cubanos.
La pareja se fue a vivir a un departamento ubicado en la calle Nápoles 40, en la colonia Juárez. El 15 de febrero de 1956 nació su primera hija a la que llamaron Hilda Beatriz, de acuerdo con el libro de Pierre Kalfon.
Después de que le robaron su cámara, dejó su trabajo de fotógrafo ambulante al “Patojo” y se dedicó a vender libros a domicilio y a plazos. Esta actividad le dio la oportunidad de leer clásicos como La Batalla de Stalingrado, menciona en su texto Pierre Kalfon.
Bajo el régimen de sociedad conyugal, en 1955 Ernesto Guevara Serna, de 27 años e Hilda Gadea Acosta, de 30 años, contrajeron matrimonio, según se lee en la copia del acta de matrimonio.
Su entrenamiento.
Ernesto Guevara entrenó con la dirigencia del Movimiento 26 de Julio, encabezada por Fidel Castro, cuyos integrantes se prepararon militarmente en varios puntos de nuestro país para derrocar al presidente cubano, Fulgencio Batista.
En el rancho “Santa Rosa”, ubicado en Chalco, Estado de México, el “Che” y los cubanos fueron preparados militarmente por el republicano español Alberto Bayo.
El 21 de junio de 1956 agentes de la Dirección Federal de Seguridad los detuvieron en este rancho por organizar un complot para derrocar a Fulgencio Batista, de acuerdo con el expediente de la Dirección Federal de Seguridad.
El 26 de junio en este diario se publicó la nota de la detención de Fidel Castro, el “Che” Guevara y otros miembros del Movimiento 26 de Julio. Preparaban la invasión de la isla en las siguientes cinco o seis semanas. Se les recogió buena cantidad de armas y parque.
Eran 20 conspiradores detenidos quienes, perfectamente organizados, aprendían en un rancho cercano a la capital a usar toda clase de armas y dinamita y a dar órdenes de mando, escribió Téllez.
El 25 de noviembre de 1956 Ernesto Guevara partió de Tuxpan, Veracruz, junto con los hermanos Castro a bordo del yate Granma, cargado de armas, para derrocar a Batista.
En las cartas que Guevara envió a sus padres expresó su sentir al vivir en tierra azteca. “México me ha tratado bastante bien después de todo”, escribió a su madre Celia de la Serna, el 17 de junio de 1955.
Casi tres años después terminada la lucha armada; Batista fue vencido, huyó de la isla y el 5 de enero 1959 Manuel Urrutia fue nombrado presidente de Cuba. Posterior a su lucha en la revolución cubana, Guevara viajó al Congo Belga y a Bolivia y fue en este último lugar donde perdió la vida.
El 9 de octubre de 1967 el asma, los sueños y viajes terminaron para el “Che”, el guerrillero más buscado por el gobierno de Bolivia, que ofrecía 50 mil pesos bolivianos a quien lo entregara vivo o muerto, por intentar un levantamiento armado en contra de este país.
De acuerdo con sus biógrafos y analistas Guevara no murió en combate, fue al día siguiente de su captura que fue asesinado. Sus manos fueron cortadas y después su cadáver desapareció. El 12 de julio de 1997 sus restos fueron identificados en Bolivia y llevados a Cuba.