En el marco del debate sobre la regulación de la cannabis, el Consejo Cannábico Nacional (CCN) demandó al Senado de la República que modifique el dictamen, ya que no distingue entre cannabis sicoactivo y cáñamo industrial, por lo que, de aprobarse tal como lo envió la Cámara de Diputados, provocaría afectaciones muy graves en materia social, comercial, económica, ambiental y legal.
Advirtió que el texto aprobado en San Lázaro favorece solamente a las farmacéuticas, quienes desean controlar la oferta de productos derivados del cannabis, dejando desaprovechados los demás sectores industriales del cáñamo.
El CCN subrayó que es necesario que en México se cuente con una buena regulación para que todos los productos derivados del cáñamo industrial puedan ser comercializados de manera legal y conforme al derecho comparado de industrias en otros países.
Acusó que la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario para la Producción, Investigación y Uso Medicinal de la Cannabis y sus Derivados Farmacológicos criminaliza a los campesinos e indígenas.
Aseguró que se violan las prácticas de los 68 pueblos originarios que utilizan la mariguana desde tiempos ancestrales, por lo que pidieron a los legisladores no violentar el artículo 2 constitucional, a unos días de que quede listo el dictamen que regula su uso.
Los directivos CCN, Silvia Guillén y Alfredo Neme, señalaron que los campesinos e indígenas serán criminalizados por el Estado si se atreven a utilizar el cannabis en sus remedios, ya que fueron despojados de sus derechos constitucionales, usos y costumbres en el nuevo Reglamento para el Uso Medicinal de la Cannabis.
“Esto deja en el desamparo legal a millones de indígenas que conocen los beneficios terapéuticos de la yerba: desde su siembra hasta su uso en la medicina tradicional de su región o comunidad”, detallaron.
Advirtieron que al restringir la libre venta de productos derivados de cáñamo, en especial de comestibles y bebibles, sin tomar en cuenta sus grandes beneficios que ya están documentados y aprovechados en otros países, queda como única opción para la sociedad el acceso al ingrediente a través de medicamentos controlados, que no garantizan el acceso inmediato ni se adaptan a las necesidades específicas de cada persona, teniendo sólo manera de aprovecharlo a un alto costo y esperar mucho tiempo para la aprobación de medicamentos.
El CCN alertó que los diferentes usos industriales del cáñamo se verían muy limitados al pedir una licencia de venta para los establecimientos que deseen venderlo o productos derivados del mismo, cayendo nuevamente en sobrerregular el CBD, a pesar de no producir daños a la salud.
Enfatizó que las legislaciones aprobadas por la Cámara de Diputados no cumplen cabalmente los mandatos de la Suprema Corte de Justicia, por lo que se prevé una lluvia de amparos para proteger otras industrias y a los clientes finales en vez de sólo favorecer a las farmacéuticas.
Recordó que el detonador de todo este movimiento en México fue darle acceso de manera fácil a los consumidores con enfermedades neurodegenerativas, a través de suplementos alimenticios y remedios herbolarios al CBD y otros componentes de la planta y aprovechar todos los usos industriales del cáñamo.
“Se está discutiendo también liberar el consumo adulto del cannabis sicoactivo para que la gente pueda fumar de manera recreativa; sin embargo, con las restricciones impuestas al cáñamo tristemente se entrega el mercado completo de cannabis de consumo a las farmacéuticas; restringiendo el acceso a los consumidores a cremas, cosméticos, suplementos alimenticios, bebidas y ropa, entre otros.