Luego del último revés judicial en el que se le negó el derecho a continuar su proceso en libertad por el “alto riesgo” de fuga, la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) y Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario (Sedatu) en el sexenio anterior, Rosario Robles Berlanga, decidió hablar y reiteró que es víctima de una venganza política.
Además, aclaró que no está derrotada y advirtió que tampoco la verán sometida.
“Lo que ellos quieren es verme derrotada, vencida, hincada. Ellos querían que yo firmara cualquier cosa para involucrar a otros y eso no lo voy a hacer, por eso me llamo Rosario Robles. Con todo y todo sigo teniendo mi dignidad, que es lo único que me queda”, declaró al periodista y amigo personal Ciro Gómez Leyva en su espacio de noticias de Grupo Fórmula.
Pero en la charla que sostuvo con el periodista Héctor de Mauleón, de El Universal, y que se publica en su edición impresa de este lunes le puso nombre y apellido a esas personas a las que la Fiscalía General de la República (FGR) supuestamente pretende que incrimine: el expresidente Enrique Peña Nieto y el exsecretario de Hacienda y excanciller Luis Videgaray.
Desde el penal de Santa Marta Acatitla, la exfuncionaria, quien confesó que ya se veía fuera de la cárcel la semana pasada, insistió en que ella no ha cometido ningún delito. “Hasta ahora no han podido probarme nada, salvo que no declaré 2 mil pesos”.
Es más, adelantó que su hija tuvo que vender su departamento para solventar los gastos de su defensa y dijo que si la situación se mantiene igual va a tener que echar mano de un defensor de oficio porque ya no tiene dinero.
“El presidente dice –y le tomo la palabra–, que de su parte no es (la venganza); entonces, de parte de quién es. Esto es una venganza, porque aquí no hay aplicación de la ley. Si no es conmigo el pelito y si no es del jefe del Estado mexicano, ¿de quién es?, ¿quién lo está haciendo?,¿el fiscal general de la República o el Poder Judicial?, se preguntó.
Y ella misma respondió: “No veo al ministro (Arturo) Zaldívar en esa posición ni intención, ni el por qué. El fiscal Gertz fue mi secretario de Seguridad Pública”, expuso.
En la entrevista con Gómez Leyva, Robles Berlanga dijo algo más: que el silencio de los dirigentes del PRI resulta por demás ominoso.